El diccionario de la Lengua Española (edición XXII, 2001) es más benévolo y lo define como "falto de las cualidades convenientes según las circunstancias" y "Ajeno a una persona, cosa o circunstancia, o extraño a ellas". Me quedo con las acepciones inglesas. Los venezolanos por años hemos sido sometidos por un Estado impropio, que no permite que sus ciudadanos desarrollen sus potencialidades. En lo que toca al área petrolera, esta idea la expresa Asdrúbal Baptista en El relevo del capitalismo rentístico: hacia un nuevo balance de poder, del siguiente modo: "... la inmensa paradoja de un acelerado crecimiento que corre parejo con un decrecimiento del nivel de vida de la gente, debe frenarse de inmediato... Para el futuro del país, y decirlo suena a una verdadera perogrullada, es imprescindible que el capital privado nacional se haga presente a lo ancho y largo de todo el negocio petrolero".

El Estado pretende que hoy el país viva de una renta petrolera que ya está agotada, que no alcanza, no importa cuán alto esté el precio del petróleo o a dónde pueda llegar. Los hidrocarburos en el primer semestre de 2006 aportaron 22,5 billones de bolívares al Fisco (El Universal, 12-7-06, p. 21). En el supuesto negado de que todo ese dinero pudiera llegar a los 27.042.932 venezolanos que somos hoy, según el Instituto Nacional de Estadísticas (http://www.ine.gov.ve/ine/indexine.asp), resultaría en apenas un ingreso mensual per cápita de Bs. 138.700. Y lo más preocupante son las expectativas que tiene el gobierno actual de sus ingresos petroleros acorde con su "Plan Siembra Petrolera 2005-2012", irrealizable técnica y económicamente, al pretender ejecutarlo sin el esfuerzo de los venezolanos más capacitados, sin el aporte del capital nacional e internacional, ni del know-how de las empresas petroleras de primer orden a nivel internacional, con una pretendida estructura de empresas mixtas, que por su concepción legal y administrativa no funcionarán para elevar sustancialmente la producción de petróleo y gas a los niveles que presenta el plan antes mencionado.

Tratar de producir 5,84 millones de barriles diarios de petróleo para 2012, a partir de los niveles de producción de hoy, significa un esfuerzo de incorporar cerca de 500.000 nuevos barriles diarios anuales netos de 2006 a 2012, cifra inalcanzable si recordamos que la industria petrolera en 13 años, entre 1985 y 1998, realizando el mayor esfuerzo tecnológico y económico, con una política de apertura al capital internacional, contando con un plantel de especialistas en el negocio e incorporando nuevos prolíficos campos como los del estado Monagas y del sureste del lago de Maracaibo, apenas logró alcanzar 127.000 nuevos barriles diarios netos anualmente. Valga recordar que había un sistema de cuotas OPEP y precios bajos, pero eso no era limitante para tratar de producir al máximo, si recordamos lo del "club de pinochos" a que se refirió un ministro de la época. Una cosa son los deseos y otras las realidades.

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