Petróleos de Venezuela tenía como misión "Satisfacer las necesidades de energía de la sociedad apoyándonos en la excelencia de nuestra gente y tecnologías de vanguardia y creando el máximo valor para la nación venezolana". Sus negocios abarcaban petróleo, gas, petroquímica, orimulsión y carbón. Como empresa socialmente responsable, en el año 2001 destinó 33,2 millones de dólares a programas de inversión social. Las ventas eran de contado y en dólares y jamás la empresa realizó actividades de proselitismo político.
PDVSA Siglo XXI, título de la nueva revista de la empresa, es una organización cuya misión es apoyar al proceso revolucionario del teniente coronel, mediante actividades de responsabilidad social, rendir culto a la personalidad del jefe, realizar propaganda electoral y, de paso, producir petróleo y gas, ya que la orimulsión se la regalaron a los chinos, la petroquímica la independizaron y el carbón se lo transfirieron a Corpozulia. Las pruebas de su participación en la campaña abundan, pero son ignoradas por el CNE, por el fiscal y por el contralor. Las últimas, que han circulado por Internet, es la propaganda por los 10 millones de votos en el campo de San Tomé y una "invitación" de la Gerencia de Prevención y Control de Pérdidas del Distrito Anaco a una marcha.
Apoyamos las actividades de responsabilidad social, muchas de las cuales, insistimos, se realizaban en el pasado, aunque nunca con el actual despliegue multimillonario de propaganda. Resulta ridículo ver por todos lados la foto del ministro-presidente de Pdvsa o la enorme cubierta de la reconstruida Esfera de Soto, la cual fue desmantelada por malandros delante de los soldados de La Carlota. Nuestro optimismo renace cuando apreciamos el auge de la candidatura de Rosales y contribuciones como la publicación "Un acuerdo para alcanzar el desarrollo" con participación de distinguidos profesionales, entre ellos Luis A. Pacheco, quien expone sobre el marco estratégico para el sector hidrocarburos.
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