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08/10/2006 | El uranio: centro de la crisis

Beatriz Pineda De Sansone

El conocido mineral que lleva por nombre uranio, sale de la tierra y es uno de los combustibles nucleares más importantes, clave para obtener armas atómicas. Contiene núcleos fisionables y puede emplearse en un reactor nuclear para que se desarrolle una reacción nuclear de fisión en cadena con gran desprendimiento de energía, que puede transformarse y permitir desde la carga de una bomba atómica hasta combustible para las plantas nucleares de generación de electricidad. El plutonio es un subproducto de ese proceso.

 

En el estado Bolívar hay uranio, pero su explotación es muy costosa debido a lo inaccesible de la zona, razón por la cual se ha diferido, sin embargo, existe un plan de exploración de uranio en Venezuela. El resumen del plan expresa "la probabilidad de que los conglomerados basales - brechosos de la formación Urico descritos en la sección tipo del río Urico, sean depósitos significativos de uranio".

Las instalaciones nucleares -minas de uranio, fábricas de combustible nuclear, reactores de investigación-, son sitios "inspeccionables", pero ningún funcionario de la Organización
Internacional de Energía Atómica (OIEA) puede visitar su propio país y no puede hacer inspecciones para evitar que sea presionado. Según el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) todo país tiene derecho a desarrollar su tecnología nuclear pacífica. Sin embargo, existe preocupación, por cuanto el uranio enriquecido es un mineral de doble propósito que puede ser utilizado como combustible para producir energía eléctrica o como componente en la fabricación de armas nucleares.

La aproximación del gobierno venezolano al gobierno de Irán, desde que Mahmud Ahmadi-nejad asumió la presidencia en junio  de 2005, se ha visto reforzada, más aún, por otros intereses que no son la producción de petróleo ni la pertenencia de ambos países a la  OPEP.  Otro hecho que preocupa es que el Ministerio de Finanzas haya creado un fondo binacional con la contribucion de ambos países con la finalidad de apoyar inversiones, intercambios comerciales entre empresas, personas naturales, instituciones o entes públicos. Ambos gobiernos aportarán, inicialmente, la cantidad de doscientos millones de dólares; además, se está considerando la instalación de una sucursal del Banco Industrial en Teherán, según expresó el superintendente de Sudeban. Si a estos hechos añadimos que los iraníes tienen una planta de fabricación de tractores (Fundatracto), ubicada en Ciudad Bolívar, y que, además, se ha considerado la creación de una planta de ensamblaje de automóviles iraníes en Venezuela, causa estupor la cercanía de nuestro gobierno con los iraníes, quienes, como es sabido apoyan organizaciones terroristas como el Grupo de Resistencia Islámica, Hamas; la expresión pública de apoyo al programa nuclear iraní por parte del presidente venezolano, se refuerza con el rechazo a la decisión de la Junta de Gobernadores de la OIEA de someter a la consideración del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el problema que plantea Irán con su actividad de enriquecimiento de uranio. Toda la alianza con los iraníes, afirman los rumores, tiene como fin obtener uranio de la Guayana y el Amazonas venezolanos, es muy probable que por esta razón se expulsan las nuevas tribus de indígenas, asi como también, se desaloja el Comando Regional 8 de la Guardia Nacional, ubicado en el estado Amazonas.

Nos preguntamos por qué el gobierno venezolano se aproxima a Irán, si en el continente tenemos, por ejemplo, el caso de Argentina y su programa por diversificar la matriz energética y desplumar el atraso tecnológico. El problema argentino radica en que el 90% de las actividades energéticas se satisfacen con gas y petróleo, y las reservas de ambos se agotarán en sólo ocho años. Con estas razones en mano, Kirchner ha lanzado un ambicioso plan de energía atómica. En Argentina funcionan dos centrales atómicas ubicadas en Buenos Aires y en Córdoba, que proveen el 4% de la energía que consume el país, pero Argentina se ha aproximado a Australia para inaugurar un reactor nuclear en Australia antes de finalizar el 2006. Luego pone en marcha otro en Venezuela, entre Ciudad Bolívar y el Delta del río Orinoco, según los acuerdos de ambos países. También tenemos el ejemplo de Brasil que puso en marcha a principios de mayo su primera planta de enriquecimiento de uranio en Río de Janeiro. Así ingresa como potencia emergente al selecto grupo de países que dominan la tecnología nuclear con Estados Unidos, Francia, Rusia, Reino Unido, Japón y Holanda. Brasil se cuenta en el  sexto lugar del mundo con  reservas de uranio y dejará de enviar al exterior el mineral para ser enriquecido,  ahorrando miles de millones de dólares. Los brasileños, con una tecnología propia, intentan asegurar su independencia con respecto a las grandes empresas monopolizadoras de uranio enriquecido. La tecnología nuclear brasileña es de las más modernas del mundo y sus centrifugadoras son aún más eficaces que las de Estados Unidos y Europa, expresó el diario italiano Il Corriere della Sera en mayo pasado. 

¿Por qué entonces no seguir el camino de países pacíficos como Argentina o Brasil?
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que depende de Naciones Unidas descubrió las partes clandestinas del programa atómico iraní, ocultas durante dieciocho años. El programa incluía la importación de compuestos para centrifugadoras que producen uranio enriquecido, desde entonces, la noticia abre la alarma sobre la posibilidad de que la república islámica fabrique armas atómicas con fines no pacíficos habida prueba de su fundamentalismo religioso.

Licenciada en Letras
beasansone@hotmail.com
www.beatrizpineda.blogspot.com  

El Universal (Ve) (Venezuela)

 



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