Pese a la crisis de los refugiados, los indocumentados son menos del 1% de la población europea frente al 3% de la estadounidense.
Inmigrantes ilegales. Son el tema favorito de los
políticos xenófobos, su arma infalible para arrasar en las urnas. Y parece que
el discurso está dando frutos porque la cuestión, especialmente después de la
crisis de los refugiados del 2015, ha escalado en la lista de preocupaciones de
los ciudadanos europeos. Pero ¿cuántos son? ¿Tienen realmente los europeos un
problema con la inmigración ilegal?
Europa acoge entre 3,9 y 4,8 millones de personas sin
papeles, la mitad de los cuales residen en Alemania y el Reino Unido. La cifra,
que corresponde a finales del 2017 y ha sido calculada por el reputado
instituto demoscópico estadounidense Pew Research Center, es la primera
estimación total del volumen de la inmigración ilegal en el Viejo Continente
desde hace una década.
Los datos, que se refieren a los 28 miembros de la UE más
Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza (los países de la zona europea de libre
comercio, EFTA), indican que la carga que soporta Europa es moderada, sobre
todo al compararla con EE.UU. Los sin papeles suponen menos del 1% sobre el
total de los 500 millones de habitantes que suman estos 32 países. Muy por
debajo de los entre 10,3 y 10,7 millones de inmigrantes no autorizados que
tiene Estados Unidos, el 3% sobre su población, 325 millones.
El número de irregulares se disparó en el 2015 pero se ha
estabilizado desde entonces
El volumen de sin papeles tocó techo en el 2016 como consecuencia
de la llegada masiva de refugiados –sobre todo por el Mediterráneo– un año
antes. Si en el 2014 los inmigrantes irregulares eran entre 3 y 3,7 millones,
dos años después habían pasado a entre 4,1 y 5,3 millones. Pero después de eso
el volumen s e ha estabilizado, y a finales del 2017 habían bajado a entre 3,9
y 4,8 millones. La tendencia es opuesta en EE.UU., donde el número se ha
reducido sostenidamente desde el 2014.
El 20-24% de los sin papeles en Europa, cerca de un
millón de personas, son solicitantes de asilo. La cifra sugiere que la mayoría
de inmigrantes en situación irregular entraron con visados que han caducado,
aunque también hay que tener en cuenta los que entraron de forma clandestina o
los niños nacidos en territorio europeo de padres sin permiso de residencia,
algo que en la mayoría de países europeos no supone el acceso automático a la
nacionalidad, subraya Phillip Connor, investigador de Pew Research.
Cuatro de cada cinco extranjeros tiene papeles
Puede argumentarse que, en realidad, los solicitantes de
asilo están autorizados temporalmente a residir en el país mientras no hay una
decisión en firme sobre su caso. Por eso Pew Research calcula también la cifra
restando a este colectivo. Los inmigrantes sin permiso de residencia y no
solicitantes de asilo se estiman entre 2,9 y 3,8 millones. El dato sigue
reflejando un aumento sustancial respecto al 2014 (entonces eran entre 2,4 y
3,2 millones), antes de la llamada crisis de refugiados.
Las llegadas no se han distribuido uniformemente. Cuatro
países concentran el 70% de la inmigración ilegal en Europa. Son Alemania, el
Reino Unido, Francia e Italia. Aunque es cierto que son también los cuatro
países más poblados, el peso no es proporcional: los cuatro suman poco más del
50% del total de la población europea.
Alemania, el Reino Unido, Francia e Italia concentran el
70% de la inmigración ilegal
Alemania lidera el ranking de sin papeles con entre 1 y
1,2 millones de personas, seguida de muy cerca por el Reino Unido, con entre
800.000 y 1,2 millones. Italia ocupa el tercer puesto (entre 500.000 y 700.000)
y luego va Francia (entre 300.000 y 400.000). En Italia y en Francia están por
debajo del 1% del total de la población, mientras que en Alemania son el 1% y
en el Reino Unido, el 2%. España, con una población estimada de sin papeles en
el 2017 de entre 100.000 y 200.000 personas, incluidos 39.000 solicitantes de
asilo, tampoco llega al 1%.
En Alemania la cifra de inmigrantes irregulares casi se
duplicó entre el 2014 y el 2016, mientras que en el Reino Unido se mantuvo casi
igual.
La mayoría de extranjeros, cuatro de cada cinco, tiene
permiso de residencia. Los sin papeles representan entre el 16 y el 20% del
total de nacionales de fuera del EFTA, una cifra que baja al 12-16% si se resta
a los solicitantes de asilo. La proporción cambia sustancialmente según los
países, lo que refleja que las políticas de regularización tienen una
consecuencia directa sobre el volumen de la inmigración ilegal. En Francia,
sólo uno de cada nueve extranjeros no tiene papeles, y en Italia uno de cada
siete, mientras que en Alemania uno de cada cinco y en el Reino Unido
prácticamente uno de cada dos.
“Los datos demuestran que las políticas migratorias son
un elemento clave. Los inmigrantes no autorizados son una categoría fluida, que
crece o disminuye en función de las políticas que se implementan”, reflexiona
Andrew Geddes, director del centro de Migraciones del European University
Institute, con sede en Florencia, quien relaciona el aumento de los sin papeles
en Italia con las políticas restrictivas con la inmigración aplicadas por el ex
ministro del Interior Matteo Salvini. “Europa lleva cinco años atrapada en la
crisis de la inmigración y necesita avanzar hacia la post-crisis”, añade
Geddes.
Victoria Rietig, German Council on Foreign Relations,
subraya que en Alemania hay consenso en que la inmigración no autorizada “es
mala para la seguridad, mala para la gente afectada que se ve obligada a vivir
en la sombra, y mala para la cohesión social” pero lamenta que el debate
público es “cada vez más tóxico y además está muy ideologizado”. “Unos dicen
que hay que darles papeles a todos, otros que hay que echarlos a todos.
Necesitamos una estrategia que incluya ambas cosas. Que incluya un camino hacia
la legalidad y, cuando no sea posible, una estrategia realista para permitir la
salida del país”, dice Rietig.
Hombre, joven y recién llegado: así es el sin papeles en
Europa
La comunidad de sin papeles en Europa tiene orígenes muy
diversos. El 30% son de Asia Pacífico, el 23% de países europeos fuera del
EFTA, el 21% de Oriente Medio y Magreb, el 17% del África Subsahariana y el 8%
del continente americano. Una situación muy distinta a la de Estados Unidos,
donde el 78% de sin papeles es originario de otros países de América y el 50%
concretamente de México.
La radiografía del sin papeles europeo es
mayoritariamente un hombre, bastante joven y recién llegado. El 56% de los indocumentados
han llegado en los últimos cinco años, el 66% en el caso de Alemania. El 54%
son hombres, el 60% en Alemania. Y el 65% es menor de 35 años, incluido un 15%
que son menores de edad. Este colectivo incluye a niños llegados con sus padres
o solos y a niños nacidos en territorio europeo pero que no tienen la
nacionalidad.
En Estados Unidos, en cambio, los indocumentados están
mucho más asentados; la mayoría (68%) inmigraron hace al menos 10 años y sólo
el 20 % en los últimos cinco. También tienden a ser hombres (54%) pero en
cambio sólo el 42% es menor de 35 años, una diferencia que se explica porque
llevan más años residiendo en EE.UU. y también porque todas las personas
nacidas en el país son ciudadanos estadounidenses aunque sus padres no tengan papeles.