El líder de China no cuenta con redes sociales, da pocas entrevistas y ni sus declaraciones públicas ni su biografía oficial ofrecen muchas pistas sobre lo que tiene en mente. A finales de esta semana, Xi Jinping obtendrá un tercer mandato sin precedentes como secretario general del gobernante Partido Comunista de China. Se reafirmará de este modo como el líder más influyente del PCCh desde Deng Xiaoping, habiéndose elevado ya a la misma estatura que Mao Zedong. Xi ahora tiene un poder virtualmente ilimitado en el país más poblado y la segunda mayor economía del mundo.
Sin embargo, sabemos sorprendentemente poco sobre él. El
líder de China no cuenta con redes sociales, da pocas entrevistas y ni sus
medidas declaraciones públicas ni su biografía oficial cuidadosamente
manufacturada ofrecen pistas sobre lo que tiene en mente. Aunque los niños
chinos estudian el pensamiento de Xi Jinping, sigue siendo un completo misterio
para cualquiera que no pertenezca a la élite del PCCh o lo conozca íntimamente.
Entonces, ¿qué es lo que Xi quiere? "Está motivado
por el poder, por su comprensión de la historia china, por su sentido de
derecho y privilegio y por el futuro de China", dice Sue-Lin Wong,
excorresponsal en China de 'The Economist' y presentadora del pódcast 'El
Príncipe', sobre el presidente chino.
Los antecedentes de Xi son más complejos de lo que
parece. Por un lado, es hijo de Xi Zhongxun, un revolucionario que luchó junto
a Mao en la Guerra Civil y luego se convirtió en su principal propagandista y
viceprimer ministro. Como la mayoría de los líderes actuales de China, Xi
pertenece a la realeza del PCCh y se benefició del legado de su padre para
ascender a la cima del partido.
Por otro lado, el padre de Xi también fue uno de los
muchos altos funcionarios del PCCh que fueron purgados por los Guardias Rojos
en la Revolución Cultural (1966-1976), cuando toda su familia fue exiliada al
campo y tuvo que vivir en una cueva. Pero en lugar de culpar al partido por sus
dificultades, como hicieron algunos de sus pares, la conclusión de Xi fue que
ese caos nunca debía volver a suceder. "Él cree que el partido perdió el
control" durante ese tiempo, dice Wong. "Y mientras el partido
mantenga el control, todo estará bien", agrega.
Eso explica por qué Xi se mostró igualmente traumatizado
por el fin de la Unión Soviética. Hará cualquier cosa para evitar que el PCCh
se desmorone como la URSS, un colapso que hasta el día de hoy sigue
atormentando a los comunistas chinos.
Aun así, Xi, el fanático del control, enfrenta duros
desafíos internos y externos mientras consolida su poder en medio de tiempos
turbulentos para China. La política ‘covid cero’ está provocando un impacto tan
grande en la economía que Pekín se ha negado a publicar sus últimas cifras de
crecimiento del PIB. Por otra parte, el mercado inmobiliario está atravesando
tal crisis que Xi ni siquiera lo mencionó en su discurso de apertura el
domingo.
Mientras tanto, la guerra de Rusia en Ucrania, iniciada
por su mejor amigo, Vladímir Putin, está haciendo que el entorno geopolítico
sea más incierto de lo que Xi desearía. Pero incluso si Putin es humillado en
Ucrania, no espere que el presidente chino se ponga del lado de Occidente.
Después de todo, Xi considera Estados Unidos el principal
obstáculo para cumplir sus ambiciones, porque Washington hará lo que sea
necesario para mantener a raya a Pekín. En este sentido, al líder chino le
molesta particularmente el apoyo de Estados Unidos a Taiwán, que Occidente ve
como una democracia que se opone heroicamente a la China autoritaria, pero que
para Beijing es su provincia número 23.
La ambición y el impulso de Xi no pueden subestimarse en
su búsqueda por fortalecer China, con él al mando. “No creo que haya muchos
líderes mundiales que hayan vivido en una cueva durante siete años cuando eran
adolescentes y hayan ascendido en las filas del PCCh, que es una máquina
política increíblemente brutal”, dice Wong.
A diferencia de sus predecesores, que aceptaron límites
de mandato, Xi considera que su Gobierno de un solo hombre es la mejor solución
para China. No es de extrañar que el partido tenga la intención de darle
oficialmente el título simbólico de Gran Timonel, como ya hizo con Mao, que
tiene un gran peso en la cultura política del PCCh.
Según Wong, Xi cree que “él es el hombre que dirigirá ese
barco y navegará por China a través de estas aguas tormentosas” del covid, de
una economía china en desaceleración, de la guerra en Ucrania y de las
crecientes tensiones con Occidente. Pero su determinación de ser todopoderoso
podría dañar a Xi a largo plazo. Si continúa rodeándose de hombres que le dicen
a todo que sí en lugar de expertos, pocos querrán darle malas noticias y podría
comenzar a tomar decisiones equivocadas. Y negarse a nombrar un sucesor es una
apuesta arriesgada si se topa con un problema de salud.
“Eso podría tener consecuencias terribles”, advierte
Wong, “no solo para toda China, sino para el resto del mundo”.
https://www.elconfidencial.com/mundo/2022-10-20/que-quiere-xi-jinping-pregunta-pocos-pueden-contestar_3509167/