El informe hace hincapié en la necesidad de que los países aborden el problema de las drogas mediante una estrategia equilibrada e integrada que incluya tanto el aspecto de la oferta como el de la demanda de drogas. Margaret Ehrenfeldner, de la secretaría de la JIFE en Viena, explica que existe una necesidad de equilibrar la lucha contra la oferta y la lucha contra la demanda, pues la existencia de una provoca el crecimiento de la otra, y viceversa.
En cuanto al análisis de algunas de las conclusiones del informe, se destaca que en varios estados de Centroamérica las pandillas juveniles se ven involucradas en crímenes violentos y tráfico de drogas, lo que ha llevado a los gobiernos a adoptar medidas que velen por la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo, hay quien cuestiona la efectividad de estas medidas, que en muchos casos se interpretan como un instrumento de represión en manos de la autoridad.
Por su parte, en el caso de América del Sur, la JIFE considera que la lucha contra la pobreza es esencial para combatir el narcotráfico. Generalmente se habla de reducir los cultivos de producción de hoja de coca, pero esta reducción no puede tener éxito si no se complemta con iniciativas que fomenten el desarrollo alternativo en los países productores.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes no se limita a exponer datos sobre el problema del narcotráfico sino que propone medidas que puedan ayudar a combatirlo y a terminar erradicándolo. Margaret Ehrenfeldner defiende la puesta en marcha de programas de capacitación, de educación y de salud pública, para entender la compleja dimensión del problema.
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