El representante de la Santa Sede tuvo que abandonar el país en 1976. El Vaticano espera poder abrir una oficina parecida en Pekín, para que haya un «contacto estable».
El Papa Francisco ha sellado un acuerdo con Vo Van
Thuong, presidente de Vietnam, que permitirá que la Santa Sede tenga un
«representante papal residente» en el país. No se trata de un nuncio, pues
Vietnam no nombrará un embajador ante el Vaticano, pero sí hará posible mantener
un canal oficial de diálogo con el gobierno comunista para afrontar los
problemas de los 7 millones de católicos que hay en el país, un 9% de la
población. Vietnam es el único país comunista que mantiene relaciones
semioficiales con la Santa Sede; por eso, cualquier progreso en sus relaciones
puede considerarse un ensayo de lo que podría aplicarse también con éxito en
China.
Precisamente, el pasado 15 de julio, el cardenal Pietro
Parolin solicitó públicamente a Pekín que autorizara la apertura de una «oficina
estable de enlace» que facilite la relación entre ambos. «No sólo favorecería
el diálogo con las autoridades civiles, sino que también contribuiría a la
plena reconciliación en el seno de la Iglesia china y a su camino hacia una
deseable normalidad», explicó el secretario de Estado del Vaticano.
Ya en 2011, el Vaticano acordó con Hanoi el nombramiento
de un «representante papal no residente», que hasta ahora era el nuncio en
Singapur, y que podía realizar visitas periódicas a las diócesis vietnamitas.
En los próximos meses, el representante papal podrá trasladarse a la capital de
Vietnam para conocer la situación desde el terreno. Esto facilitará la tarea de
seleccionar y nombrar nuevos obispos, y de resolver malentendidos entre el
episcopado y el gobierno. Sin embargo, no modifica la praxis para nombrar
nuevos obispos en Vietnam, que otorga al gobierno comunista la posibilidad de
vetar a los candidatos que le presente el Vaticano.
El Papa ha interrumpido este jueves sus vacaciones para
reunirse con el presidente vietnamita Vo Van Thuong en el Palacio Apostólico.
El encuentro ha durado 30 minutos, de los que veinte han sido a puerta cerrada.
Según el comunicado conjunto oficial, la idea es «seguir avanzando en las
relaciones bilaterales», y que el representante sea «un puente para avanzar» en
estas.
La nota aclara que «el representante papal residente
proporcionará apoyo a la comunidad católica vietnamita en sus actividades en el
espíritu de la ley e inspirado por el Magisterio de la Iglesia, para que
cumplan su vocación de 'acompañar a la nación' y ser 'buenos católicos y buenos
ciudadanos', y contribuyan al desarrollo del país».
Duong Hai Hung, embajador de Vietnam en Italia y
probablemente uno de los artífices del acuerdo, ha explicado en medios
oficiales vietnamitas que con este acuerdo «la Iglesia católica podrá
desarrollar sus prácticas religiosas en mejores condiciones, siguiendo la ley
vietnamita bajo el principio de 'buenos católicos y buenos ciudadanos'».
Situación de los católicos
La situación de los católicos en el país precipitó en 1976,
tras la caída de Saigón. Con la unificación de la República Socialista de
Vietnam, fueron expulsados tanto el entonces delegado apostólico, el arzobispo
Henri Lemaitre, como los sacerdotes extranjeros. Los comunistas emprendieron
además una dura represión contra la Iglesia católica que incluyó el cierre de
seminarios y noviciados, la expropiación de escuelas católicas; y el control
sobre el ingreso de seminaristas, la ordenación de nuevos sacerdotes y el
nombramiento de obispos.
Pasaron catorce años antes de que un enviado del Papa
pudiera visitar el país. En 1989, el cardenal Roger Etchegaray viajó allí de
parte de Juan Pablo II y visitó 10 de sus 25 diócesis. Un año más tarde, él
mismo guio los encuentros para abordar la normalización de relaciones entre la
Santa Sede y el gobierno. Aún no lo han conseguido plenamente.
Uno de los momentos más tensos se vivió en 2010, cuando
el entonces arzobispo de Hanoi, Joseph Ngo Quang Kiet, reclamó al gobierno la
restitución de propiedades de la Iglesia, como la residencia del antiguo
delegado apostólico. Como respuesta, el gobierno presionó para que el arzobispo
fuera destituido. Para no empeorar las cosas, Kiet presentó su renuncia y
Benedicto XVI la aceptó y nombró un sustituto.
En febrero de 2022, la archidiócesis de Hanoi denunció el
«abuso de poder y violación de la libertad religiosa y del derecho a la
práctica religiosa» que cometieron funcionarios del Partido comunista, cuando
interrumpieron una misa que el arzobispo Joseph Vu Van Thien celebraba en un santuario
e invitaron a los participantes a abandonar el templo.
La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con casi
todos los Estados y organismos internacionales excepto con aproximadamente una
docena. Actualmente, no hay un representante de la Santa Sede en países como
China, Corea del Norte, Afganistán, Bután, Arabia Saudí, las Maldivas y Tuvalu.
En febrero entabló relaciones diplomáticas con Omán.