"El problema es si América Latina avanza o retrocede, si apostamos por la democracia o vamos hacia atrás y permitimos que regresen las dictaduras vitalicias; si avanzamos en el mercado o regresamos a viejas políticas de expropiación que han provocado las peores crisis".

El Presidente mexicano, Felipe Calderón, terminó de pronunciar esta frase en una de las mesas del Foro de Davos, Suiza, e inmediatamente su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tomó la palabra y defendió a quien apareció como el tácito aludido, el Mandatario venezolano Hugo Chávez.

Recordó entonces que Chávez "ha sido electo Presidente tres veces de manera democrática" y Calderón respondió asegurando que cualquier inversionista que tenga miedo de las políticas de algunos países puede tener confianza en el suyo.

En México, sectores de la oposición criticaron las palabras de Calderón. Mientras el diario "El Universal" titulaba con que "Calderón y Lula polemizan sobre América Latina", "La Jornada" publicaba editoriales criticando "el modelo Calderón" y que el país las emprendiera "contra Venezuela, otra vez". Chávez, en tanto, respondió al Mandatario mexicano llamándolo "caballerito" y le advirtió que seguía el mismo camino de su antecesor, Vicente Fox, con quien tuvo una ácida pugna.

Este viernes Calderón acusó el golpe y arremetió al emplazamiento de Chávez con una ranchera: "Hay una canción que dice: 'aquí no conocemos los tales valentones, pero si es necesario nos sobran corazones' ". Sin embargo, para calmar los ánimos, Calderón pidió a los gobiernos latinoamericanos destacar las coincidencias y expresar diferencias "sin descalificaciones", aunque de seguro no será ésta la última palabra en el debate.

Dos ex cancilleres mexicanos analizaron con "El Mercurio" las declaraciones de Calderón y el rumbo de la política exterior de su país.

GIRA

CALDERÓN hizo sus declaraciones durante su primera gira a Europa, que realizó entre el 24 y 31 de enero y en la cual visitó Alemania, Suiza, Reino Unido y España.


Rosario Green Mecías, canciller entre 1998 y 2000:

"No queremos pleitos con ningún país de la región"

La ex canciller del Presidente mexicano Ernesto Zedillo, Rosario Green, es categórica: la declaración del Presidente Calderón fue completamente "desafortunada". "Aunque no llamó a los países por su nombre, sí se refirió a ellos en comparación con México. Era muy fácil ponerse el saco ante una comparación de ese tipo. Creo que fue un tropezón, creo que es no poder dejar el discurso de la administración anterior. Entonces sí creo que hay ahí una actitud casi esquizofrénica, por un lado decir que quiere ser parte activa de América Latina y al mismo tiempo, no tener capacidad para rechazar a fondo el discurso de la administración de Fox", asegura la senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La legisladora agrega que Calderón ha dicho públicamente que América Latina sería prioritaria. Es por eso que cree que no supo aprovechar la gira a Europa para mostrar la postura de México en relación a la región. Green estima que esta "postura de confrontación" que se tomó con algunos países de la zona, no responde a atraer inversionistas, como apuntaban algunas críticas, más bien guardarían relación a los estrechos lazos de México con EE.UU. "Hay una preocupación por parte de los estadounidenses por estos tres mandatos consecutivos del Presidente Chávez y aún más ahora con la 'ley habilitante', y yo creo que en pláticas que se tienen entre mandatarios tiene que haber aparecido esa preocupación, y puede ser que haya una especie de inclinación a tomar alguna de las banderas de EE.UU.", explica.

La actual presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado afirma que esta postura trae "todos los riesgos" para su país y exige que el Ejecutivo dé explicaciones: "Se las vamos a pedir. Porque exige también retomar el paso y rectificar. Y es que no tenemos ningún derecho de vendernos en comparación a terceros. No conviene a nadie estos pleitos, los mexicanos no queremos pleitos con ningún país de la región", afirma Green y recuerda que la Comisión que preside ya solicitó la comparecencia de la canciller Patricia Espinosa para que entregue los lineamientos generales de la política exterior.

"El Presidente Calderón tiene que abandonar ese lenguaje, repudiar el discurso foxista en materia de política exterior. Y, por otro lado, también tiene que renunciar a su discurso de campaña. Ahora necesitamos el discurso del Mandatario, que no es éste de los populismos. No tenemos por qué pronunciarnos sobre las formas de gobierno de terceros países", concluye la legisladora.

Jorge Castañeda, canciller entre 2000y 2003:

"Debiera ser más explícito en sus críticas a Hugo Chávez"

Jorge Castañeda, canciller de los primeros tres años del gobierno del ex Presidente Vicente Fox, aseguró a "El Mercurio" que no cree que las declaraciones del Mandatario Felipe Calderón sean confrontacionales con América Latina. "Las veo confrontacionales con Hugo Chávez e incluso, no lo suficientemente confrontacionales. Creo que, al contrario, Calderón está pecando de un afán de no pelearse con Chávez, cosa que me parece una pérdida de tiempo", asegura.

Es más, afirma que el Mandatario está desempeñando su papel, que es el de plantear con toda claridad las diferencias que hay entre distintos países y gobiernos dentro de América Latina. "No es Calderón contra América Latina. Es por un lado México, Chile, Perú, Colombia, Brasil y Uruguay. Y por el otro, Chávez, Morales y quizás Argentina. Aunque insisto en que creo que Calderón debiera ser más explícito, porque me parece que es una pérdida de tiempo ser elíptico, tácito o indirecto, cuando Chávez igual responde con mucha virulencia, se le critique directamente o de modo más genérico", declara.

Respecto al riesgo de que se genere una nueva disputa diplomática con Caracas, Castañeda asegura que si así fuera no es algo que le preocupe: "Yo creo que es muy buena la disputa diplomática con Venezuela. No me parece mala para nada".

El ex canciller es igual de categórico a la hora de afirmar que el rumbo que tome la política exterior mexicana durante el gobierno de Calderón, debe ser el de dar la discusión ideológica y política en América Latina "con el modelo de Chávez, de Morales, obviamente de La Habana, en su caso de la Argentina y en su caso posiblemente de Ecuador. Es decir, México, y creo que Chile también -pero eso es un asunto que al gobierno chileno le toca decidir-, deben dar la lucha a la pelea ideológica y política. Esa idea de que hay que llevarse bien con todo el mundo yo no la comparto".

Es más, insiste en que el continente está dividido: "Yo no veo ninguna unidad latinoamericana. Yo veo una América Latina dividida entre los países y los gobiernos que, de alguna manera, están insertos en una dinámica de democracia representativa, respecto de los derechos humanos, economías de mercado, políticas sociales y específicas, y del otro lado los otros países". En este contexto, rechaza las críticas que se le hicieron a Calderón sobre que trató de atraer inversiones criticando a otros países, y afirma que comparte los comentarios a países que le parecen "criticables".