Casi todos los involucrados en negocios o política en México, coinciden en que se debía hacer algo para reformar el sistema de pensión. El gobierno decidió introducir un nuevo sistema de cuentas individuales de jubilación y dar al nuevo sistema una considerable dotación inicial. Lo que molesta a sus críticos es que el gobierno ha entregado la gerencia del nuevo sistema a funcionarios no electos y a los sindicatos, y duplicó la pensión mínima que pagará el nuevo sistema. Esas dos concesiones fueron el precio del apoyo de los sindicatos.

El problema esencial con el sistema de pensión estatal en México fue que se estableció cuando los pensionistas no estaban jubilados por tanto tiempo. Eso significó que el dinero reservado para las pensiones no fue suficiente. El gobierno llenó la brecha, pero la brecha comenzó a crecer de manera alarmante en los últimos cinco años.

Analistas independientes calculan que la responsabilidad del gobierno para cubrir las pensiones de empleados del gobierno ahora es de unos US$400bn (o 55% del PBI). Además está la responsabilidad de pagar pensiones a personas muy ancianas para trabajar, que no previeron su jubilación. Sólo un tercio de la fuerza de trabajo hizo provisiones para la pensión. Los que no hicieron ninguna provisión dependen de sus familias para cuando estén viejos o enfermos. El problema en México es que las personas están teniendo menos hijos, entonces la carga de cuidar a los padres se vuelve más pesada, y que las familias están más propensas a separarse, las responsabilidades son evadidas más fácilmente. Los sociólogos coinciden que en el futuro el gobierno tendrá que hacer más para proteger a las personas, en especial a los ancianos.

El problema político con las responsabilidades de pensión es que hay una difusa aglomeración de lo que debe pagarse durante los años. Ahora, el gobierno puede soportar hacer los pagos necesarios cada año, salvo en el futuro, si las exigencias de pensión sin fondos continúa elevándose como lo han hecho, para hacer esos pagos deberán recortarse otros gastos.

Hay una casi certeza que la brecha en los fondos de pensión seguirá creciendo. Cuanto más empleados del sector público llegan a la edad de jubilarse, el costo de pagar sus pensiones crece. Este año, el presupuesto de pensión del ISSSTE es de M$42bn (US$3,8bn). Si nada se ha hecho, sólo el crecimiento de los pagos de pensión significa que para 2012, el presupuesto de pensión del ISSSTE tendría que ser de M$76bn.

Otro problema es que los trabajadores del sector público tienden a ser viejos. Para todo México, 13% de la población supera los 50 años. La cifra para el sector público es casi el doble: 25%. También, mientras la edad de jubilación nacional es 65, los trabajadores del sector público tienden a jubilarse a los 56 años. Se debe a que la edad de jubilarse no se determina por la edad, sino por los años que han contribuido.

La mayoría de los trabajadores de la seguridad social llegan a los 28 años de servicio cuando se retiran. El promedio de trabajadores del sector público gana cerca de 4,5 veces más del salario mínimo: en la actualidad el salario mínimo es equivalente a US$135 por mes. El pago a la seguridad social de cada trabajador del sector público para su pensión es sólo de unos US$20 por mes. El promedio de pensión que el ISSSTE paga es cerca de US$540 por mes. Mientras los trabajadores del sector público tienden a vivir unos 30 años luego de retirarse, sus pagos de seguridad social sólo cubren una fracción de sus pensiones.

Sucesivos gobiernos también han debilitado el sistema de seguridad social con acuerdos sobre pagos del sector público con bonos únicos u honorarios de los cuales no se deducen pagos a la seguridad social.

Partidarios

Los partidarios de Calderón afirman que el nuevo gobierno tomó el toro por las astas, algo que gobiernos anteriores no hicieron. Argumentan que el acuerdo político que el gobierno tuvo que armar es irrelevante frente al hecho que ha servido. Es innegable que el manejo de Calderón del congreso en relación a las reformas ha sido impresionante.

La propuesta fue apoyada por el tercer mayor partido en el congreso, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), más tres partidos pequeños, Partido Verde Ecologista de México; Partido Nueva Alianza y el social-demócrata Partido Alternativa Social y Campesina. El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y sus aliados del Partido del Trabajo y Convergencia trataron de interrumpir algunas de las sesiones del congreso, en las que se votaba, y tomaron parte en las protestas fuera del congreso.

La reforma significa que el gobierno establecerá un fondo de pensión dedicado, Pensionissste, para manejar las pensiones del sector público. El gobierno espera que éste invertirá sabiamente el dinero que recibe del gobierno para pagar las pensiones en el futuro. En el corto plazo, la reforma costará más al gobierno, pues tendrá que proveer al nuevo Pensionissste. El gobierno dará al nuevo fondo casi US$6bn para comenzar y dejando que sea administrado por los funcionarios y los sindicatos, virtualmente sin supervisión por los próximos tres años.

Aunque Pensionissste establecerá cuentas individuales, al parecer el dinero será invertido de manera centralizada. El PRD afirma que Pensionisste manejará M$160bn (US$14bn) del dinero público en sus primeros tres años y no tiene que dar ninguna explicación de donde se ha destinado el dinero. El PRD afirma que la reforma ha sido apresurada a través del congreso. Incluso algunos partidarios del gobierno creen que la reforma podría haber sido hecha de manera más calma y que un enfoque más considerado podría haber producido mejor resultado.