Por este motivo, el titular de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, que ha vuelto a recuperar su protagonismo y las funciones propias de su cargo, ha viajado a China esta semana en el transcurso de una visita oficial de cuatro días, con el objetivo de profundizar las relaciones entre ambas naciones.

Pérez Roque se desplazó a la provincia asiática de Guangdong, en cuya capital asistió al acto de inaguración del nuevo consulado de Cuba, una institución que, se espera, ayude a los habitantes de la región a conocer mejor la realidad de la isla.

El funcionario aprovechó para recordar que la mayor parte de los electrodomésticos que utilizan los cubanos proceden de esta provincia china, de donde también son originarios la mayoría de los inmigrantes asiáticos que recibe la isla. Además, recordó Pérez Roque, el próximo junio se celebrará en la mayor de las Antillas el 160 aniversario de la llegada de los primeros inmigrantes chinos.

Por otro lado, el titular de Exteriores aprovechó para subrayar las perspectivas sobre una posible colaboración binacional en el ámbito de la telecomunicaciones, aprovechando que varias empresas cubanas desarrollan sus actividades comerciales en dicho sector en la provincia de Guangdong, así como para promover el turismo hacia la nación, con la invitación a los empresarios y turistas chinos a visitar la isla.

Por su parte, el vicegobernador de Guangdong, Tang Bingquan, declaró que espera que el nuevo consulado sirva para estrechar los lazos comerciales, que en 2006 supusieron un intercambio entre ambas naciones por valor de 50 millones de dólares (36,97 millones de euros).

Posteriormente, el funcionario cubano se desplazó a Vietnam, donde pasó dos días. En la nación asiática, Pérez Roque declaró que hay un gran potencial por explotar en las relaciones comerciales entre los dos países.

Pérez Roque, que afirmó que "los vínculos en los planos políticos y diplomáticos son realmente insuperables; sin embargo, a nivel económico hay un enorme potencial pendiente de explotar", destacó que "hay áreas importantes que hemos identificado como la biotecnología, la industria farmacéutica y la producción petrolera; también las tecnologías de la información y la computación, en las que hay enormes posibilidades de cooperar".

Pese a que, según cifras oficiales, el intercambio comercial entre ambas naciones ronda los 200 millones de dólares (147,5 millones de euros), tanto el funcionario como el viceprimer ministro vietnamita, Pham Gia Khiem, han coincidido en destacar que se debe seguir trabajando para elevar al más alto nivel estas relaciones, que arrojan un saldo muy favorable al país asiático.

Por otro lado, el embajador de Bielorrusia en La Habana, Igar I. Paluyán, declaraba hace unos días que el Gobierno de su país está interesado en aumentar el intercambio comercial con la isla, especialmente en lo que se refiere a la compra de azúcar y medicamentos. Estas declaraciones han coincidido con la celebración del 15 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

Según Paluyán, "los vínculos políticos con Cuba son el faro que nos alumbra y guía, con contactos de alto nivel muy fluidos y perspectivas de ampliarlos en las esferas económica y comercial".

Parece que los hechos dan la razón a las voces que sugerían que, bajo un mandato de Raúl Castro, comenzaría una etapa de aperturismo en Cuba. Lo cierto es que, en los últimos ocho meses, en los que Raúl ha estado al frente de la isla de forma provisional, ésta ha reforzado sus relaciones comerciales con multitud de países, entre los que se encuentran diversos estados de EEUU. Incluso se han oído voces que afirmaban que Cuba estaría dispuesta a ampliar su colaboración con la nación estadounidense si esta flexibilizase el embargo. Falta por ver qué ocurrirá cuando la explotación de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) que la isla posee en el Golfo de México, donde hay grandes perspectivas de encontrar petróleo comercialmente rentable, algo que el Gobierno ha anunciado para principios del 2008.