En el primer párrafo de una de las informaciones más leídas del día, sin duda, en Estados Unidos. En la noticia del «New York Times» que actualiza el devenir de la investigación que está comandando el FBI para esclarecer la autoría de los atentados que azotaron el Maratón de Boston hace dos días, hay un nombre propio español: la compañía Fagor. Según dicha información, de la que se han hecho eco decenas de personas y corresponsales en redes sociales y reportajes de todo el mundo y que atribuye a fuentes del FBI, la empresa cuya sede social está radicada en Bilbao es la fabricante de la olla a presión protagonista de la principal línea de investigación que sigue el FBI. En el artículo se puede leer: «La marca que tenía la olla a presión en la parte inferior con una "6L" (capacidad 6 litros) denota que está hecha por la empresa española Fagor que es el quinto mayor fabricante de electrodomésticos de Europa, con fábricas en seis países, entre ellos España, China y Marruecos y filiales en casi una docena más». [Así te contamos en directo todas las novedades del atentado en Boston]

Fuentes de la empresa española de electrodomésticos han confirmado a ABC.es que no han recibido una notificación oficial de que se esté investigando si uno de sus productos pudo ser utilizado como método para volar la meta del Maratón en la ciudad estadounidense. Las mismas fuentes han defendido que no tienen verificado que haya sido uno de sus productos.

Tampoco han entrado a valorar el perjuicio que puede ocasionar a la sociedad cooperativa española la magnitud de estas informaciones. «Son todo rumores, de momento, necesitamos la notificación oficial de que el FBI está investigando que se trate en efecto de una olla Fagor y desde la compañía queremos ser prudentes a la hora de valorar este tipo de noticias», completan desde Fagor, que aguardará al transcurso de las pesquisas para emitir, en su caso, un comunicado oficial.

La tapa de una de las ollas rellena de metralla y explosivos es el arma fundamental que tienen en estos momentos los servicios secretos de Estados Unidos para tratar de averiguar de qué facción delictiva proviene el ataque asestado al corazón de la ciudad y de su carrera urbana más antigua del mundo.