La Policía consiguió entrar en la Universidad, pero los centenares de estudiantes que se encontraban dentro del edificio lograron expulsar a las fuerzas de seguridad, que están utilizando un cañón de agua y gases lacrimógenos para reducirles, según informó a Europa Press por teléfono el director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, el cual se encuentra en el lugar del incidente. Además, según Palacios, algunos testigos han oído "disparos esporádicos".

El "durísimo enfrentamiento" entre los estudiantes, que están atacando a la Policía con piedras, y los agentes se prolonga desde hace varias horas. Hasta el momento se han producido varios heridos, aunque parece que no ha habido detenciones, indicó Palacios. "La Policía está aplicando toda la fuerza contra los estudiantes", dijo el observador de Derechos Humanos, al tiempo que añadió que incluso la rectora de la institución, Julieta Gonzalina Castellano, relató que fue agredida por varios agentes, que la tiraron al suelo y la golpearon, y después alegaron que había sido un error. "Hay coches ardiendo dentro de la universidad", agregó.

Palacios estimó que hay unos 300 agentes frente a la universidad, aunque "cada vez llegan más policías". Mientras, de la universidad entran y salen activistas de los Derechos Humanos y estudiantes para intentar dialogar con la Policía y a otros los están sacando por la fuerza. "Dos representantes del Comisariado Nacional de Derechos Humanos --que ostenta la misma función que el Defensor del Pueblo español-- salieron para intentar negociar, pero se quedaron en mitad de la batalla, están cayendo piedras", dijo. "La Policía dice que tiene órdenes de entrar y van a entrar", añadió.

Palacios, que encabeza una comisión asturiana que viajó el 30 de julio a Honduras para conocer de primera mano la situación real del conflicto en este país, consideró que ésta es "la demostración de que esto es una dictadura brutal". La comisión la completan Javier Cortina, asesor de Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Gijón, Javier Arjona de la ONGD 'Soldepaz Pachakuti' y Belarmino García, de la ONGD 'OSPAAL'.