El analista jurídico Carlos Alarcón dijo a EL DIARIO que el Gobierno está empeñado en imponer la censura de contenidos en el país con restricciones y control sobre series televisivas y novelas, como sucede en Venezuela o Cuba.
Sostuvo que el poder central estaría empeñado en “uniformar el pensamiento, la doctrina, las prácticas y cultura, donde tiene la hegemonía total no sólo del Estado, sino de la sociedad, quiere un totalitarismo en Bolivia, es el empeño que tiene la gente del Gobierno”. Afirmó que este fenómeno se da en gobiernos totalitarios que después son los más frágiles y que actúan de modo inadecuado al tratar de restringir la difusión de contenidos de las telenovelas o series.
CENSURA PREVIA
Alarcón dijo además que “puede haber responsabilidades penales sobre lo que diga una persona públicamente, pero posterior a lo dicho o difundido, nunca prohibiendo cualquier tipo de expresión anterior. “Eso es generar una censura a un derecho básico y fundamental y privilegiado en democracia que es la libertad de expresión, lo que quiere decir, que no es un derecho absoluto sino sería una violación de todos los derechos, preceptos y garantías no sólo en un país, sino a nivel internacional”, precisó.
Asimismo, sostuvo que si el Gobierno quiere tomar el papel de censor de los contenidos sería una medida absurda, pues los tratados de San José de Costa Rica, sólo permiten controles previos para proteger temas de moralidad pública de menores o afectación de bienes de niños, pero nunca para adultos con esta medida están fuera de contexto.
LIBERTAD DE PENSAMIENTO
Por su parte, el comunicador social, periodista y docente de la Universidad Católica Boliviana y de la UMSA, Mario Maldonado, manifestó que preocupa mucho esta decisión, porque se estaría llegando a ejemplos dramáticos por lo que ha pasado la humanidad, como el régimen de terror que primó en la Alemania nazi y las dictaduras de derecha que se han dado en el continente y en otras partes del mundo, donde predominó la intolerancia.
Remarcó que si el Gobierno impone una normativa en ese sentido, “sería una aberración llegar a este extremo, que comprometería más la libertad de expresión y de pensamiento que está en función del propio ser humano quien decide qué lee, qué programa de televisión va a observar, y si el Poder Ejecutivo decide imponer la censura nadie tendrá libertad de pensamiento se le impondrá los contenidos que tendrá que ver y leer”, finalizó.