Por una parte, los defensores del TIPNIS alegan que mediante la construcción del tramo II de la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos por parte de la empresa brasileña OAS, se perderá una gran parte de la biodiversidad de la zona. Asimismo, afirman que los principales beneficiados con esta carretera serán los cocaleros del Chapare que expandirán la zona cocalera y los madereros que podrán comerciar mayor cantidad de materia prima, dado que una gran cantidad de árboles serán talados. Por su parte, el Gobierno y los que defienden la construcción de la carretera sostienen que es vital la construcción de esta vía, pues de esta manera se consolidará la integración nacional, del oriente con el occidente, siendo los beneficiados todos los bolivianos.
Sin embargo, aunque las posiciones descritas muestran a los beneficiados secundarios, no logran encontrar a los principales favorecidos. Los verdaderos beneficiarios con la construcción de la carretera no son precisamente bolivianos. Se debe recordar que la vía en cuestión es parte de la carretera bioceánica que conectará las costas del Pacífico con las del Atlántico. Por tanto, los principales favorecidos son los brasileños y chilenos.
En el caso brasileño, la carretera ayudará a ahorrar tiempo y dinero para exportar sus productos a China, su principal socio comercial. Sin la carretera, los bienes exportados deben bordear el continente americano para llegar al océano Pacífico, recorriendo aproximadamente 8.500 kilómetros. No obstante, con la carretera ya construida, sólo deberán recorrer 2.700 kilómetros. Es decir, el recorrido para llegar al Pacífico disminuirá en alrededor de un 68%. Considerando que Brasil exportó el año 2010 la suma de 30,8 mil millones de dólares americanos al mercado chino, la construcción de una carretera sería muy provechosa para su economía.
De la misma manera, Chile podría lograr su ansiado deseo de llegar al mercado brasileño disminuyendo costos y tiempo. El recorrido en la actualidad es similar al descrito anteriormente, debe recorrer 8.500 kilómetros. Sin embargo, con la carretera, disminuye la distancia en 68% aproximadamente. En 2010, Chile exportó a Brasil la cifra nada despreciable de 4,2 mil millones de dólares americanos que representa el 61% del total de las exportaciones bolivianas en el año bajo estudio.
En conclusión, los intereses en la construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos son geopolíticos y económicos, como se hubiera supuesto. Sin embargo, lo llamativo es que los que más ganan con esta carretera son los países de Brasil y Chile. ¿Y Bolivia? Bolivia gana a ciencia cierta un conflicto más…