En un gesto destinado a apaciguar a los paquistaníes, el comunicado
conjunto que puso fin a su visita destacó que ambos países habían acordado
"trabajar juntos en futuras acciones contra objetivos de alto valor en
Pakistán".
"No he venido
a disculparme por lo que considero un triunfo contra al terrorismo sin
precedentes, sino a hablar sobre cómo gestionamos esta importante
relación", declaró ayer Kerry.
El senador, que
previamente se había reunido con el presidente y con el primer ministro
paquistaníes, dijo que les había reiterado la grave preocupación por la
presencia del líder de Al Qaeda en su país y por la existencia de santuarios
para quienes combaten a EE UU en Afganistán.
"El riesgo
de ruptura es real. Hay miembros del Congreso que no confían en que puedan
repararse los lazos", señaló. Aun así, insistió en que los dos países son
socios estratégicos con un enemigo común, que es el terrorismo y el extremismo.
"Ambos han sacrificado tanto que no tiene sentido permitir que la relación
se rompa", añadió.
Kerry, que
preside el Comité de Exteriores del Senado y dejó claro que contaba con el
respaldo del presidente Barack Obama, dijo que había acordado con sus
interlocutores una serie de pasos sin especificar para mejorar las relaciones
bilaterales. "A partir de ahora el camino no se definirá por las palabras
sino por las acciones", advirtió. También anunció una próxima visita de la
secretaria de Estado, Hillary Clinton.
La Operación
Gerónimo, que acabó con Bin Laden el 2 de mayo, constituyó un golpe de gracia a
las ya delicadas relaciones de Washington con Islamabad. No solo la acción
unilateral puso de relieve la falta de confianza norteamericana en su supuesto
aliado, sino que dejó en evidencia al que está considerado el séptimo Ejército
del mundo.
El jefe del
Estado Mayor paquistaní, el general Ashfaq Kayani, transmitió ese malestar a
Kerry durante su reunión la noche anterior cuando le dijo que sus soldados
tenían "sentimientos intensos" respecto a la incursión. Por su parte,
Kerry, el primer emisario estadounidense que visita Pakistán desde la
operación, le hizo entrega de una lista de "exigencias concretas"
para borrar cualquier sospecha de que el país asiático alberga a terroristas,
según fuentes paquistaníes citadas por la prensa local.
[Pistoleros en
motocicletas mataron ayer en Karachi a un diplomático saudí, confirmaron
fuentes policiales y el jefe de la misión, en el segundo ataque contra la
legación saudí desde la muerte de Bin Laden, informa Reuters.]