“Es una medida superpositiva. ¡Más vale tarde que nunca!”, celebra la doctora Ursula Hauser. “Es importante que los cubanos salgan a otros países para que puedan valorizar lo que tienen”, añade la psicóloga suiza.

“Damos este paso como una contribución al incremento de los vínculos de la nación con la comunidad de emigrantes, cuya composición ha variado radicalmente con relación a las décadas iniciales de la Revolución (…)

“Hoy los emigrados cubanos, en su aplastante mayoría, lo son por razones económicas (…) Lo cierto es que casi todos preservan su amor por la familia y la patria que los vio nacer y manifiestan de diferentes formas solidaridad hacia sus compatriotas”, destacó el mandatario cubano al término de la Asamblea Nacional , el pasado primero de agosto.

Para la doctora Ursula Hauser, quien desde 1996 desarrolla en la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana programas de formación en los campos del Psicoanálisis y el Psicodrama, esa decisión responde a un cambio que era necesario desde hace mucho tiempo.

“Un dolor terrible”

Explica que las dificultades para ir y venir del país libremente contribuyeron para que muchos jóvenes decidieran emigrar “y eso es un dolor terrible para el país”.

En los programas de psicodrama, que consiste en representar situaciones del día a día de los pacientes, “pusimos en escena la isla. Estar en una isla y no poder salir. Eso despierta una angustia en mucha gente, más que la necesidad económica, y eso siempre fue para nosotros, en psicología un síntoma, un indicio de que era un error la política de no dar a la juventud más posibilidad de conocer lo diferente”.

El hecho de viajar a otros países, de constatar personalmente la situación de otra sociedades, subraya la especialista, permite también a los cubanos valorizar lo que ellos tienen.

A partir de proyectos que organizaciones helvéticas, como MediCuba o Médico Internacional, desarrollan en la isla, esas entidades han podido facilitar becas para que estudiantes cubanos participen en congresos en otros países latinoamericanos.

“Y cuando han visto allá a mujeres pobres mendigando, niños de la calle, una miseria y pobreza que ellos no conocen en Cuba, volvían y decían: ¡‘Pucha qué maravilla que tenemos en nuestro países aunque sentimos tantos límites’!”.

Mayores tensiones sociales

Nacida en Zúrich y afincada en Costa Rica desde hace casi tres décadas, Ursula Hauser desarrolla programas de Psicodrama en Cuba, en la Franja de Gaza, en México y Costa Rica, entre otros países.

Su contacto con la juventud cubana le ha permitido conocer sus inquietudes, sus aspiraciones…“Los jóvenes, como en cualquier otro país, son la esperanza, el futuro, y deberían tener más voz en Cuba”, enfatiza.

Y en ese contexto, se refiere a los cambios que Raúl Castro ha introducido en Cuba desde que asumió las riendas de la isla en el 2008, no solamente en el rubro de la apertura económica, sino también en el campo de la política.

“Yo, desde una posición absolutamente solidaria con Cuba, puedo mencionar también que hay una nomenclatura, una parte en el Partido (Comunista) que no quiere entregar a los jóvenes más espacio, más poder, más dinamismo”.

Empero, para la especialista es clara la decisión de Raúl Castro de reducir la burocracia y el poder de las viejas élites del partido. “Y eso va a causar resistencia”.

Previene sobre las tensiones sociales que acompañarán ese proceso, que se manifiestan ya, pero que serán aún mayores. Y eso, concluye, será positivo porque a partir del debate, la confrontación y la autocrítica, podrán encontrarse caminos y soluciones.

Marcela Águila Rubín, swissinfo.ch