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02/11/2013 | Entrevista a Shimon Peres, presidente de Israel: Los pueblos no quieren caudillos

Frank López Ballesteros

"El que quiere ser hoy en día un líder político tiene que usar la buena voluntad, y no la fuerza". "Un líder no se mide por el eslogan que lanza ... Se mide según lo malo o bueno que trae a su gente".

 

El pasillo que conduce al despacho del presidente de Israel Shimon Peres, está decorado por retratos de su historial personal, a fin de cuentas, la historia del convulso Medio Oriente. Un gran cuadro sobresale ante los otros, y es donde puede verse a Peres, entonces ministro de Exteriores, estampando su firma en un acto en los jardines de la Casa Blanca para dar vida, en 1993, a los Acuerdos de Oslo, pilares del proceso negociador con los palestinos.

Libros, muchos libros. De historia, de economía, biografías (las de Conrad Adenauer, Albert Einstein, David Ben Gurión -padre del Estado de Israel-, y tantas otras figuras mundiales que se pierden de una mirada fugaz). Todos están pulcramente ordenados y decoran el corazón de la oficina del noveno presidente de los israelíes desde la creación del país en 1948.

La figura de Peres es enigmática para muchos israelíes y árabes, pero nadie duda de su avidez. Con 90 años sobre sus hombros, su memoria es impoluta, quizá parte de lo esencial para servir a lo largo de 65 años en doce gobiernos de Israel. Él sabe lo que es el poder, por eso en esta entrevista, el mismo martes 29 de octubre en el que tenía que firmar los indultos de 26 palestinos presos en Israel como un compromiso en las negociaciones con la Autoridad Palestina, conversa sin ambages y frontal, sobre las actuales conversaciones de paz; las relaciones con Venezuela, Irán, las revoluciones árabes, la política, la egolatría y el mesianismo.

"El que quiere ser hoy en día un líder político tiene que usar la buena voluntad y no la fuerza", dice.

-Dos realidades marcan la historia moderna del Medio Oriente. El conflicto entre palestinos e israelíes, en muchos casos árabes y judíos, pero por otro lado está el fanatismo como causa de la violencia. ¿Qué está ocurriendo en este lado del mundo?

-El Medio Oriente hoy está dividió entre la antigua generación frente a la joven generación de la ciencia, las tecnologías, el Facebook. La antigua generación no tiene ninguna visión de cómo salir de la crisis económica y social. Es muy fuerte en todo lo que es organización, pero muy débil en lo que son soluciones. La joven generación tiene ideas muy claras y muy buenas, pero no tiene ninguna organización que la pueda sostener.

"Ese conflicto no es un conflicto teórico sino existencialista. Viven una cierta crisis económica, hay hambre. No hay reservas de tierra, todo es cada vez más desértico, hay más personas, menos agua, no hay trabajo. Y ese es el problema real, el resto son problemas del pasado y son más de un problema de sentido, pero el problema real es un problema existencial del pueblo árabe y consecuencia de eso tenemos el terrorismo, el terrorismo destruye la parte coherente de los estados. No existe hoy en día un estado árabe que viva coherentemente como un Estado. El terrorismo es multifacético y no hay ninguna unión nacional. El terrorismo no tiene ninguna política, no tiene un mensaje, no tiene una base común y no es una ninguna mayoría para actuar, sino armamento, fundamentalismo, y en este momento es el gran peligro hacia los estados del mundo árabe.

"Con respecto a Israel, el último conflicto que tenemos es con los palestinos, árabe-israelí, y ese conflicto tiene una solución política que hay que llevarla a cabo. La solución es repartir la tierra, crear dos estados y por eso tenemos las conversaciones sobre la mesa".

-Pero llama la atención que mientras los políticos en Palestina buscan el diálogo, en el interior de la sociedad existe un odio enquistado contra los israelíes, contra el Estado y su propia existencia. ¿Cómo equilibrar estos dos sentimientos?

-Cada negociación para la paz inicia con una realidad de guerra o no paz. Paz hay que hacer con los enemigos, así que lo que sabemos es que tenemos enemigos y la idea es transformar esos enemigos en amigos.

-Si el reto es este, vemos al presidente Mahmoud Abbas (Palestina) debilitado políticamente frente al Hamas en Gaza, ¿Hasta qué  grado esto entorpecerá todo el proceso de diálogo?

-La paz nadie la hace para su prójimo, sino para él mismo.  Los árabes no pueden vivir siempre en una situación de guerra y nosotros tampoco. Por eso tenemos que negociar todos, no solamente en las declaraciones políticas que muchas veces se hacen por consumo interno, sino según la realidad que los políticos tienen en frente.

"De mi experiencia he aprendido que más que el liderazgo cambia la realidad, la realidad cambia el liderazgo. La realidad no tiene vocero, pero tiene órganos, tiene dinámica, se mueve, influye, también cuando es muda".

-Hay una visión de que el nuevo Gobierno de Irán se está abriendo ante mundo y busca un cambio pacífico en su política, a diferencia de lo que era con Mahmoud Ahmadinejad en la Presidencia ¿Qué opina al respecto?

-Si la imagen del presidente Hassan Rohani se está transformando realmente, lo veo positivo, pero en este momento, en esta fase, el cambio es solamente de imagen y no de realidad. El concilio de los ayatolás levantó unas instrucciones reales que serán un freno para eso, no le permiten actuar de ninguna manera independiente. Los Guardianes de la Revolución, una organización grande, con dinero, armamento, no tiene ninguna postura positiva sobre lo que él está haciendo, por lo que queda con ellos es solamente odio y destrucción en el mundo. En este momento ellos son la gente que está llevando el liderazgo en Irán.

"El pueblo iraní está reclamando que hay mucho peso de las sanciones internacionales, pero si el Gobierno quiere cambiar su situación económica lo puede hacer dejando de invertir dinero en misiles de largo alcance, centrifugadoras, o en los guardianes de la revolución. Ellos quieren que por un lado se les quite las sanciones, y, al mismo tiempo, imponer sanciones sobre otros".

-Por lo que veo hay un fuerte desespero del gobierno israelí ante el temor de que se baje la presión contra Irán ¿Qué tanto conoce Israel del programa nuclear de los iraníes?

-La amenaza iraní y el peligro iraní no es solo un peligro para Israel sino para el mundo. Los iraníes están construyendo hoy misiles de largo alcance de 6.000 kilómetros, Israel está a menos distancia. Están llevando una política terrorista en todo el mundo, por eso no pedimos el monopolio en la lucha contra ellos sino que somos parte del mundo que quiere negar el terrorismo.

-Pasado el clamor de las revoluciones en el mundo árabe hoy vemos a  una Libia enfrentada a grupos armados que precisamente derrocaron al régimen; Egipto tiene una sociedad dividida y Siria se mantiene en combates sin saber qué pasará. ¿Cómo ve el futuro inmediato sobre esta situación?

-Es una época de transición, es una lucha que no ha terminado, no existe una primavera árabe, existe una primavera global, mundial. Si los árabes quieren entrar a una primavera, es a una primavera mundial, no se puede venir con un saco de invierno a la primavera.

-¿Cómo se ve Israel frente a todos esos actores?

-Hoy día vivimos en un mundo nuevo con administración vieja, en la historia no hay marcha atrás, no vamos a volver al pasado, y los seres humanos van a adelantarse, y mucha gente me pregunta por qué eres tan optimista, porque la historia optimista. Las cosas irán bien.

-Las relaciones de Venezuela con Israel, no existen desde 2009. ¿Ha habido intentos de retomar los contactos?

-
Las relaciones entre Venezuela e Israel siempre fueron excelentes, fueron cambiadas no porque Israel cambió, sino porque Venezuela cambió. No hay ninguna razón para que tengamos malas relaciones, no tenemos fronteras en común. Israel invirtió mucho esfuerzo en lo que fue la agricultura en Venezuela. Israel tuvo mucha, mucha simpatía y empatía al pueblo venezolano. Yo recuerdo que Venezuela fue uno de los primeros países que levantó un Ministerio sobre la inteligencia humana, y por eso, esta pregunta que me haces deberías hacérsela al presidente (de Venezuela, Nicolás) Maduro.

-¿Qué significó la figura de Hugo Chávez para las relaciones de América Latina y Medio Oriente?

-
Hugo Chávez eligió estar en el lado del terrorismo, no tenía ninguna razón para hacerlo, eso no le traía a Venezuela ninguna ventaja, solamente daños. El que es responsable hoy en día de la imagen actual de Venezuela es Hugo Chávez, no Israel. Teníamos decenas de años de extraordinarias relaciones con Venezuela. ¿Qué ganó Chávez de todo esto o de los ataques a Israel? Aquí en Israel lo veíamos casi como un teatro, más que una cuestión política. Eso no cambia mi imagen e idea sobre el pueblo venezolano que es extraordinario, pero yo sé que es el pueblo venezolano el único soberano que decide quién hace la política interna, no nosotros.

-Usted fue un hombre que se hizo en la política vinculado a sectores de la izquierda, que conoce las raíces del socialismo. ¿Cómo llegó a ver usted el llamado "socialismo del siglo XXI"?

-
Yo no sé exactamente lo que quiso presentar Chávez en el mundo! El socialismo en el pasado fue una doctrina económica, hoy día es un compromiso social, incluye libertades. La clave es subir la calidad de vida de los ciudadanos, la educación mejorarla. Les pregunto ¿Hay más libertades en Venezuela?  Socialismo es (un modelo de) civilización, no un eslogan. No es una doctrina. La forma en la que tú ves al ser humano, al niño, al débil, al pobre, eso es socialismo, como tú le das algo para cambiar. Un líder no se mide según el eslogan que lanza al aire, que recita o lo que canta. Se mide según lo malo o bueno que pueda traer a su gente. El pueblo venezolano tiene que juzgar sobre eso.

-Habla del liderazgo, pero  me puede decir qué es el poder y hasta dónde es capaz de llegar alguien por él.

-
La fuerza que antes tenían los líderes eran para generar guerras, hoy día en nuestro mundo no hay guerra. Habían guerras en el pasado porque habían luchas territoriales, el que quiera salir a una guerra por territorio levanta un ejército y listo. Hoy en día la ciencia y la sabiduría no se puede conquistar por fuerza, no se puede salir a una guerra por esto. Es la razón por la que hoy en día el liderazgo político está en cierta crisis.

"Cuando un líder se levanta y dice 'Yo soy fuerte, inteligente, grande' le preguntas ¿puedes bajar el déficit económico? Y dice 'no'. ¿Puedes frenar el terrorismo? Dice 'no'. ¿Quién te necesita entonces, si es que no puedes bajar el déficit del país? Por eso muchos líderes van a veces a la televisión, tal vez allí el pueblo se enamoran de ellos. Y ellos se transforman en actores de televisión, o por allí que los actores de televisión se transformen en líderes políticos.

"El que quiere ser hoy en día un líder político tiene que usar la buena voluntad y no la fuerza,  por eso muchas veces los estados sufren una crisis y las sociedades globales crecen, porque no se basan en fuerza sino en buena voluntad, construyen para los seres humanos. Hay gobiernos que tienen vallas en las calles pero no tienen dinero en bancos. Las sociedades globales tienen dinero porque no hay gastos en ejércitos o policías, no hay propaganda, videocracia. Vivimos en un mundo en el que la administración es global y el liderazgo es individual.

"Cuando viene una persona joven y pregunta cómo ser un líder, le digo, no hace falta líderes, los pueblos no quieren caudillos, lo que necesitan es buena voluntad. Si quieres sé un servidor público, pero no un caudillo".

-¿Y dónde quedan los valores, hasta dónde los políticos y gobernantes necesitan que sus ciudadanos pierdan sus valores para lograr sus objetivos?

-Si ellos tratan de hacer eso, no tienen ningún chance. Con palabras nadie puede alimentar a niños, los venezolanos tienen que llegar a concretar cuál va a ser el destino de eso, y a ellos iba a hablar la población joven y no la antigua generación que cantan canciones del pasado.

-Se viene diciendo que Yaser Arafat murió envenenado, ¿cree eso?

-Esas son idioteces. La gente inventa muchas cosas.

-Los Acuerdos de Oslo cumplieron 20 años recientemente, con lo que debía nacer en el futuro el Estado Palestino... frente a todo lo que ha ocurrido ¿cómo interpreta lo que hoy significa  esto?

-Estoy mucho más interesado en mañana, que en el pasado, el pasado no me importa mucho. La mayoría de la gente tiene la equivocación de que prefieren memorizar en vez de pensar. Solo hay que recordar las cosas verdaderas. Tenemos que pensar en el futuro.

@Franchuterias

El Universal (Ve) (Venezuela)

 



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