La firma encuestadora Datum publicó el viernes un simulacro de voto que vuelve a situar a Humala en primer lugar, pero ahora el ex ministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski llega al segundo puesto, superando a Alejandro Toledo y Keiko Fujimori con márgenes muy discretos, por lo que la contienda arde con fuerza. 

Con 21,4%, el nacionalista Humala lleva la delantera; el liberal Kuczynski le sigue con 17,5%; el ex presidente Toledo alcanza 17,4%, y la congresista de derecha Fujimori con 16,4%. 

El crecimiento de Humala ha sido significativo por su distanciamiento del chavismo, advierten los expertos, pero si el candidato se está imponiendo mucho antes de haberse divorciado "públicamente" del mandatario venezolano, ahora que lo hizo públicamente las cosas pueden favorecerle mucho más. 

Lo particular de la consulta de Datum, asegura el diario Perú 21, que encargó la muestra, es que se realizó entre el lunes y el miércoles y no está reflejado el impacto que sobre la candidatura de Humala pudo tener el elogio de Chávez hacia el candidato, a quien llegó a llamar "un buen soldado". 

El candidato de izquierda, quien se lanza por segunda vez a la presidencia tras perder en 2006, se distanció este miércoles de Chávez, al exigirle "que no se meta en las elecciones peruanas", en rechazo a las recientes dádivas del Presidente. 

Los representantes de las encuestadoras han aclarado que los recientes sondeos no han podido medir la última semana de campaña, y sobre todo, los tres últimos días que han sido intensos para la imagen de Humala. 

Primero porque Chávez habló de frente y por vez primera del proceso electoral; segundo porque el candidato le reprocha y se aísla, y tercero porque la oposición está aprovechando las dos circunstancias para enfilar sus estrategias. 

Hoy se realizará el último debate televisivo, y el analista político Víctor Andrés Ponce, consultado por el diario Perú 21, cree que este domingo "quien logre la más correcta y firme interpelación programática al proyecto de Humala podría agrupar al voto antichavista", y en una segunda vuelta todos se unirían contra esa corriente como ocurrió en 2006.