La negativa a acceder a lo que esas universidades plantean revela por parte del CNE y del gobierno, un verdadero pánico ante la posibilidad de que se sepa lo que hay en el REP, lo que se ha estado haciendo con el REP, con las terribles consecuencias que ello pudiera tener retroactivamente sobre los resultados del referéndum revocatorio. Pero, aun prescindiendo de estos efectos retroactivos, tal negativa revela un gran temor a que se conozca la situación del REP y en consecuencia se lo corrija, por los efectos que ello tendría, esta vez de cara a las futuras elecciones, en cuanto a que Chávez pierda el seguro que significa contar con un REP altísimamente "envenenado".

Al momento de escribir estas líneas, no sabemos si la coyuntura creada por lo de la auditoría del REP va a ser superada. En todo caso, la matriz de opinión negativa que ello puede crear respecto a concurrir a las elecciones no debe llevar a decisiones definitivas antes de tiempo. Puede que se determine que el conteo vinculante de todas las papeletas es una garantía por sí misma suficiente de la limpieza del proceso electoral, esté como esté el REP, y haya que concentrarse entonces en ello. Además, hay muchas cosas por hacer antes de tomar la decisión de no concurrir, en términos de unificar a la oposición y producir directrices de fondo para toda ella.

CANDIDATO Y LIDER. Lo que sí es seguro es que la oposición tiene que empezar a trabajar para después de diciembre de este año, pase lo que pase en y con las elecciones. Ello supone trabajar en dos registros a la vez. Más exactamente: a que las cosas que haga han de tener validez para dos registros simultáneamente. Por un lado, el registro electoral, candidatural. Por otro, el registro de lo que vamos a llamar "una situación". Porque tenemos que escoger un candidato para unas elecciones, y al mismo tiempo un líder para una situación. Hay un escenario electoral, para el cual se necesita designar un candidato. Pero también habrá una situación, para la que se necesitará un líder y un conjunto de líderes. Cuál relación hay entre el candidato y el líder, o los líderes si son la misma persona, si no lo son, en qué medida lo son...: todo eso ofrece muchas combinaciones posibles y no es cosa de dilucidarlas en abstracto. Son las situaciones reales las que resuelven ese tipo de cuestiones.

NIVELES DE CONCERTACION. Igualmente, tenemos que acodar métodos de selección del candidato, programas, acuerdos de gobernabilidad, para competir con fuerza en las elecciones, si es que las cosas permiten concurrir a ellas. Y al mismo tiempo tenemos que concertar relaciones, estrategias, criterios, proyectos, para enfrentar las situaciones que van a a venir: sea que se concurra a unas elecciones y se ganen; sea que se concurra y se pierdan; sea que no se concurra y haya que contar con que Chávez tendrá unas elecciones a las que irá solo y comenzará en enero del 2007 un nuevo período de gobierno, en el que seguramente se presentarán coyunturas muy críticas, que exigirán la presencia de una oposición muy bien coordinada en sus actua ciones.

QUE NO SE REPITA. Estamos hablando de política de fondo. Estamos hablando de ofrecerle a quienes quieren otro tipo de gobierno para Venezuela, un conjunto de orientaciones, directrices, de marcos de acción política para después de diciembre. Serán necesarios en caso de llegar al poder. Serán necesarios en caso de que, por una vía o por otra, Chávez siga en el poder, pues de ningún modo podemos permitir que se repita el desconcierto que se produjo después del 15 de agosto del 2004.

La conducción de tales acuerdos va a requerir grandes dosis de liderazgo en quien se designe para encabezarlos. Igualmente va a requerir el soporte de una gran sumatoria de las capacidades de liderazgo que los dirigentes reales con que cuenta el país han ido acumulando cada cual por su parte y que habrán de seguir ejerciendo para su propio desarrollo futuro como líderes con cada vez mayor respaldo.

El desarrollo de estas plataformas, criterios, tiene que ser objeto de un trabajo sustancial, que consumirá muchas energías políticas e intelectuales. Pero hay que organizar, preparar, coordinar, las distintas fuerzas y capacidades, para poder actuar con coherencia, con dirección, con firmeza, ante situaciones que las van a requerir en abundancia. Para antes y para después del tres de diciembre.

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