El presidente brasileño se plantea abandonar el Partido Social Liberal (PSL), que está desgastado por escándalos y dividido internamente.
El partido del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, el
Partido Social Liberal (PSL), está en el punto de mira desde hace tiempo por presunta
financiación irregular de la campaña electoral que le dio el triunfo hace justo
un año. Este lunes, la policía federal daba un paso más al registrar la casa
del presidente del partido, Luciano Bivar.
Según la policía, el objetivo es investigar si
"representantes locales de un determinado partido político habrían
ocultado movimientos de recursos financieros procedentes del fondo
partidario". Se trata de fondos públicos que deberían destinarse a
financiar candidaturas de mujeres (la ley preveía que el 30% del valor
destinado a cada partido se usara para impulsar a candidatas) y que en realidad
habrían acabado en las arcas generales del partido. El PSL presentó a varias
mujeres candidatas como simple fachada para captar dinero, motivo por el que la
operación fue bautizada por la policía como 'Guiñol'.
En un comunicado, la defensa de Bivar aseguró que la
investigación está en marcha desde hace 10 meses, y que se escuchó a varios
testigos sin que por ahora haya indicios de fraude electoral. Además, los abogados
del presidente del PSL manifestaron su extrañeza porque la operación policial
se produce en un momento de "turbulencia política".
En los últimos días, Bivar y Bolsonaro protagonizaron un
rifirrafe público a cuenta de los problemas internos del partido. El líder
ultraderechista le confesó a un simpatizante que quería hacerse una foto con
él, que "hay que olvidar" el PSL y que Bivar está "muy
quemado" en su tierra natal, Pernambuco (estado del noreste). Bivar
reaccionó airado diciendo que Bolsonaro ya estaba apartado del partido.
Bolsonaro aún no ha abandonado la formación, pero su
entorno asegura que ya está negociando con al menos cinco partidos minoritarios
que estarían dispuestos a acogerle. El posible movimiento ya está generando una
ruptura dentro del partido oficialista.
El representante del PSL en el Senado, Major Olímpio,
dijo que todo se trata de una conspiración urdida por uno de los hijos del
presidente, el diputado Eduardo Bolsonaro, y que éstos tienen "complejo de
príncipes" y desgastan al padre.
El PSL era un partido minúsculo y de ideología
indefinida, pero el fichaje de Bolsonaro pocos meses antes de las elecciones le
convirtió en la mayor bancada de la Cámara de Diputados, con 54 asientos. La
mayoría de sus nuevos parlamentarios son nuevos en política y muchos de ellos
están enfrentados entre sí.
A principios de este año, el asunto de las candidaturas
'fake' le costó el cargo al ministro de la Secretaría General de la
Presidencia, Gustavo Bebianno, que presidía el PSL durante la campaña electoral
y fue la mano derecha de Bolsonaro en toda su carrera hasta el Gobierno.
Bebianno fue expulsado por la puerta de atrás y ahora reniega de Bolsonaro.
Otro ministro podría estar involucrado en el caso, el
responsable de la cartera de Turismo, Marcelo Álvaro Antônio, representante del
PSL por el estado de Minas Gerais (sureste), que fue denunciado hace unos días
por la Fiscalía por por presunto delito electoral de omisión en la prestación
de cuentas de la campaña y por asociación delictiva. De momento, Bolsonaro le
mantiene en el cargo.
Si finalmente Bolsonaro sale del PSL para escapar de las
acusaciones de financiación irregular será la décima vez que cambia de partido
en sus casi 30 años de trayectoria política.
https://www.elmundo.es/internacional/2019/10/15/5da5eb00fc6c8388258b4571.html