En uno de los diálogos más conocidos de la Ilíada, Aquiles reclama al rey Agamenón su codicia y su carácter infame. El argumento central del reclamo de Aquiles es relativo a la distribución injusta del botín, pues el rey tomaba siempre más de lo que le correspondía, por lo cual, en la parte más candente de la discusión, llega a llamarle “cara de perro”, una de las ofensas más fuertes que podía proferirse en esa cultura.
La gran épica nos da una lección que permanece vigente
hasta nuestros días: más allá del horror de la muerte y la violencia, hay
siempre grandes ganadores que, en medio del desastre, resultan triunfantes,
pues las conflagraciones bélicas son mucho más que meros enfrentamientos de
naciones, culturas o visiones del mundo: son también grandes negocios en los
cuales, pensando en nuestro tiempo, son controlados por poderosos complejos
industriales-militares.
La reflexión frente a lo anterior es importante, sobre
todo ante el reciente ataque con drones de Irán en contra de Israel, porque, si
bien es una región que está en permanente tensión, involucra directamente a uno
de los nueve países que tienen bombas atómicas, así como uno de los ejércitos
más numerosos, equipados y entrenados en el planeta.
Las crecientes tensiones muestran, además, que los
equilibrios que lograron generarse, aun siendo frágiles, luego de la Segunda
Guerra Mundial, se encuentran en tensión, pues los supuestos del
multilateralismo y la voluntad y vocación de paz que aparentemente se había
instalado luego de esa monstruosa conflagración, se perciben como desbordados.
No deja de sorprender la cada vez más sofisticada
tecnología de guerra que se observa todos los días: drones no tripulados, armas
robotizadas, uso de la informática para el más sofisticado espionaje y
contraespionaje, así como innovaciones tácticas y de equipamiento que, pensando
sólo en la última década del siglo XX, hacen que lo visto, por ejemplo en la
Guerra del Golfo Pérsico, parezca un juego ante la potencia y capacidad
destructiva que se despliega en nuestros días.
No deja de ser paradójico que todo esto ocurre a sólo
cinco años de que se cumpla el plazo para el cumplimiento de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS), es decir, se tienen recursos y capacidades
financieras y tecnológicas para destruir ciudades o países enteros, pero no así
para erradicar el hambre, garantizar agua para todas y todos, y para revertir
los efectos del cambio climático. La paradoja se hace más evidente si se piensa
que en la contabilidad global de la emisión de gases de efecto invernadero, la
industria de la guerra es la única que logró evadirse de la responsabilidad de
informar en la materia.
Decir que con las guerras “no gana nadie” constituye una
frase vacua, en el sentido de que sí hay ganadores, principalmente los dueños
de las empresas productoras de armas y de proveeduría de ese sector, el cual,
según varias mediciones, es una de las 10 industrias que mayor cantidad de
dinero mueven en el mundo; pero cuya influencia es sin duda de las más
poderosas en todo el planeta.
En medio de la disputa electoral que se está dando en
México es significativo que las candidatas punteras no se han pronunciado al
respecto; siendo que se trata, quizá, del debate contemporáneo más candente y
relevante: por un lado están las fuerzas que pugnan por mantener los procesos
de globalización y liberalización económica y, por otro, la apuesta por
economías cerradas, acompañadas de discursos nacionalistas que, de manera
preocupante, han regresado a la explotación y la exacerbación de los discursos xenofóbicos
y de odio a los diferentes.
México no puede seguir siendo un testigo mudo, y menos
aún continuar pactando o apostar por gobiernos autoritarios, antidemocráticos y
que tienen como base ideológica el rechazo a la población migrante y la
preeminencia de los discursos que promueven patologías identitarias que son
sumamente peligrosas, pues son posturas abiertamente contrarias y hostiles en
contra de los derechos humanos.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/mario-luis-fuentes/quienes-ganan-con-la-guerra/1646578