Presidente del Banco Central de Nicaragua afirma que ha aumentado el atractivo inversionista del país, al representar la deuda pública externa sólo el 56% del PIB.
La deuda externa de Nicaragua se redujo en 3 puntos del PIB, gracias a la condonación de US$117.8 millones por parte de Libia, país al que, hasta antes del lunes 14 de febrero, Nicaragua adeudaba US$313.6 millones.
Al formalizarse el perdón de ese monto, que representa el 62,4% del total de los adeudos con la nación norafricana, la deuda pública externa de Nicaragua pasa a representar el 56% del PIB, “y eleva el atractivo del país a la inversión local y extranjera”, dijo Antenor Rosales, Presidente del Banco Central.
Al usar otro indicador para medir el peso que ahora tiene la deuda total de Nicaragua, Rosales señaló que ahora ésta representa el 133% de nuestras exportaciones anuales (usando 2010 como año de comparación), mientras que antes del perdón libio, se habría requerido el 142% de nuestras exportaciones para pagar la totalidad de nuestros compromisos con Trípoli.
El Presidente del Banco Central explicó que US$1,998 millones de los U$3,697 que todavía adeuda Nicaragua es deuda bilateral, en la que tres países sobresalen como nuestros principales acreedores: Costa Rica, con US$655 millones; Honduras con US$263 e Irán con US$170, para completar US$1,088 entre los tres, junto a otras deudas menores a países tales como India, China y Taiwan, además del Perú.
La deuda con los tres principales acreedores se mantiene sin mayores cambios, a pesar de las negociaciones con los gobiernos de los tres países.
En el caso tico, porque sus autoridades financieras pidieron un bono del Tesoro de EE.UU., como garantía; en el catracho, por razones políticas, a pesar que se habían comprometido a condonar la deuda, y en el caso de Irán… aunque Rosales no explicó nada al respecto, es notable que pese a las floridas declaraciones conjuntas de Ahmanidejad y Ortega, todavía no ha sido posible reducir esa deuda a cero.
