El momento más álgido fue el viernes en la noche y fue breve. Ocurrió cuando se conoció que el Senado paraguayo, por mayoría casi unánime, destituía al presidente Fernando Lugo. Hubo escaramuzas, algunas balas de goma, choques entre manifestantes y policías, y después silencio.
Los
cientos de simpatizantes que se agruparon frente al Legislativo se retiraron
lentamente y no hubo más manifestaciones. Nada de nada.
En
Asunción quedó una calma y una normalidad que contrasta con el presunto
descontento que habría en algunos sectores de la población por la salida de
Lugo.
Este
sábado volvieron a abrir las tiendas, los restaurantes. Se vio a gente paseando
y a vendedores ofreciendo comida en las veredas. Como si no se hubiese dado un
abrupto cambio de gobierno.
Pero lo
que varios presidentes de la región han llamado "golpe de Estado"
encuentra eco entre muchos paraguayos. Incluso pese a que la destitución se
efectuó siguiendo paso a paso lo que dictamina para un juicio político la
Constitución Nacional.
"Fue
una atropello. Si lo eligió el pueblo, lo tiene que haber quitado el
pueblo", señaló Shirley, una de varias personas a quienes BBC Mundo se
acercó en las calles de Asunción.
"A
mí no me gustaba Lugo, pero lo que le hicieron está mal. Es totalmente
antidemocrático, deberían de haberlo dejado terminar su gobierno porque fue
elegido democráticamente en elecciones libres", señaló otra entrevistada,
María Teresa.
Para
algunos observadores y analistas, la falta de protestas no significa un acuerdo
con la forma en que ocurrió el cambio de gobierno.
"Estamos
en silencio porque se están buscando estrategias para revertir la situación. No
significa que estemos tranquilos", afirmó Zulma.
Declive
Según el
sociólogo Marcial Cantero la ausencia de masivas protestas en las calles se
debe a una confluencia de factores, pero el principal quizás se centra en el
propio Lugo.
"Lugo
fue perdiendo respaldo popular en forma creciente, incluso sus más allegados
venían frustrados por sus vaivenes y vacilaciones, y sus medidas favorables a
los grandes empresarios", dijo a BBC Mundo.
Una de
las áreas que se le señala en Paraguay de no haber cumplido se refiere a la
reforma agraria y el eterno problema de las tierras para los campesinos.
Además,
en 2010 el censo nacional mostró un aumento del índice de desigualdad en el
país en los dos primeros años del gobierno de Lugo.
"Todas
sus medidas en el plano de tierras tenían un alto contenido antipopular, no
hubo una sola desocupación sin desalojo, lo que fue un récord que ostentó
orgullosamente", aseveró Cantero.
Fue
justamente un desalojo el que a la postre significó su fin en la presidencia.
En un incidente aún no aclarado del todo murieron 17 personas, entre policías y
campesinos que eran desalojados.
"Lugo
perdió al Partido Liberal de su coalición al nombrar como ministro a un hombre
del Partido Colorado (opositor), por lo que los liberales vieron que una
alianza dejaba de tener sentido", comentó el sociólogo.
"Y
además perdió el apoyo de varios gremios importantes y la Iglesia Católica,
esta última por los escándalos de su paternidad", agregó.
El ahora
ex mandatario prácticamente se quedó sin base política y ello se vio en los
votos casi unánimes en la Cámara de Diputados y en el Senado para sacarlo del
poder.
Pero
hubo un gesto que para el sociólogo marcó el fin.
Según se
conoció, varios dirigentes campesinos -de su base electoral más cercana- se
habrían acercado a Lugo para saber si acataría la destitución recién votada en
el Senado.
"Yo
no soy Allende, me voy a mi casa", habría sido su respuesta, según el
relato que transmitió Cantero.
"Anécdotas
de ese tipo abundaron antes durante su gobierno. Al no tener respaldo de Lugo,
las propias bases no se la jugaron en la calle", añadió el sociólogo.
Estrategias
El
recién designado presidente Federico Franco apeló a la "normalidad"
existente para refutar a quienes lo acusan de romper con el hilo democrático.
En su
primer encuentro con los medios extranjeros -al que asistió BBC Mundo- rechazó
que hubiese "golpe de Estado o quiebre institucional".
Y en las
calles de Asunción se puede encontrar a quienes lo respaldan.
"Creo
que estuvo bien, probablemente (Lugo) no estaba haciendo su trabajo",
señaló Severiana.
Para
Andrés, Paraguay "demostró una madurez democrática. Yo trabajé para la
elección de Lugo, pero con el tiempo nos sentimos defraudados", señala.
Varios
analistas coinciden en que los grupos sociales y políticos que respaldaban a
Lugo podrían estar diseñando una nueva estrategia de respuesta ante lo sucedido
con el exmandatario.
Quizás
el escenario de esta respuesta se encuentre en los tribunales.
Según
dijo a BBC Mundo el abogado que defendió a Lugo en el juicio político, Adolfo
Ferreiro, el expresidente podría apelar su destitución en el Tribunal Supremo
del país o en la Corte Interamericana.
"En
esta última instancia se podría iniciar un proceso que puede concluir con un
fallo adverso para el Estado paraguayo", dice el abogado.
Sin
embargo, Ferreiro reconoce que ello no significaría el retorno de Lugo al
poder. El mejor escenario para el expresidente sería una compensación de índole
política sobre su destitución.
Marchas
por TV pública
Pocas
horas después de oficializarse la destitución de Fernando Lugo, el principal
asesor de prensa del ahora presidente, Federico Franco, se presentó en la
televisión estatal.
El
asesor Cristian Guzmán, como se puede ver en un video subido a youtube por
empleados del canal, exigió la grilla de programación para saber qué contenidos
saldrían al aire.
Los
directivos del canal denunciaron que fue un intento de censura y varios
renunciaron en protesta.
Al final
del sábado, se dio una protesta de decenas de trabajadores y transeúntes frente
al canal por lo que llamaron el "intento de censura".
Aunque
la ocasión sirvió también para criticar lo que se señaló como un "golpe de
Estado".
Era
pequeña, pero una protesta a fin de cuentas.