Balance de campaña: ARENA acorta distancias en los sondeos asociando a su rival con el líder venezolano.
Amanece en San Salvador y en las principales avenidas de la capital un gigantesco cartel recuerda que mañana hay elecciones a la Presidencia. Sin embargo, sobre el eslogan no aparece ninguna de las caras que persiguen a los salvadoreños después de un año de campaña. No son ni Rodrigo Avila, del partido en el poder ARENA, ni Mauricio Funes, del izquierdista FMLN, y que llega a la recta final con una ligera ventaja en los sondeos.
Son Hugo Chávez, Fidel Castro y Daniel Ortega, «los amigos de Funes», según la leyenda escrita junto a un montaje fotográfico donde el dirigente bolivariano pasa la mano por el hombro del candidato de la izquierda.
Sin presentarse a las elecciones, sin visitar nunca el país y sin hablar de los comicios salvadoreños, el presidente venezolano se ha convertido en la estrella de la campaña hasta el punto de dar la vuelta a las encuestas. A la vista del éxito, la derecha ha multiplicado en las últimas semanas los anuncios en radio, prensa y televisión en los que vincula la imagen de Mauricio Funes con el comunismo, Hugo Chávez y con Fidel Castro. A pocos metros del gigantesco cartel, un nuevo anuncio advierte: «Yo no entrego El Salvador. Vota por la libertad». La valla está pagada por una asociación ultraconservadora que considera que una victoria de los ex guerrilleros, para quienes «el Estado es su único Dios», acabará con la libertad.
La figura de Chávez y su posible desembarco en el país centroamericano se han convertido en la principal baza electoral de ARENA hasta el punto de que el rostro del dirigente bolivariano ha aparecido en 2.852 anuncios, frente a los 2.128 en los que se ve la imagen de su candidato, Rodrigo Avila.
Un 25% de indecisos tiene la culpa, según Janet Aguilar del Instituto de Opinión Pública de la Universidad UCA. «Este tipo de campañas son muy efectivas entre quienes aún no han decidido su voto y que terminarán por decantar la elección», señala la socióloga a EL MUNDO «Aquí lo que pasa es que se activan los viejos temores asociados al origen histórico y al pasado violento del FMLN.El miedo sigue siendo un factor importante y eso tiene que ver con la cultura y la historia política de este país. ARENA sabe cómo activar esos sentimientos entre las clases más bajas».
En esta línea uno de los anuncios de televisión presenta imágenes de Chávez y Castro y una advertencia: «Como izquierda radical Chávez y el FMLN pretenden manipular tu fe para imponerte su ideología atea». Una auténtica provocación en un electorado profundamente religioso.
Bien sea en la calle o en cada entrevista que concede, la figura de Chávez ha perseguido durante muchos meses a Funes allí donde se presenta. «Un presidente no tiene que andar juzgando el ejercicio público de otros presidentes. No voy a hacer lo que hacen Chávez, Raúl Castro, Ortega. Si en Venezuela Chávez es dictador, si Raúl Castro es dictador eso no me preocupa», dijo Funes cuando le preguntaron si les consideraba dictadores.
El ex reportero de CNN, recientemente afiliado al FMLN y sin ningún vínculo con la guerra que desangró el país durante más de una década, insiste una y otra vez en que se identifica con Lula, e incluso con Obama (lo que provocó las protestas de la embajada de EEUU), pero la amenaza del bolivariano ha logrado ponerle nervioso así como dar la vuelta a unas encuestas, en las que ahora apenas logra una ligera ventaja, tras perder la que tenía de 15 puntos.
«Es una estrategia que funciona porque Chávez es una figura polémica que despierta temor debido a su influencia en América Latina», concluye la socióloga Aguilar a muy pocos pasos de la sombra que proyecta otra gigantesca sonrisa del bolivariano en un cartel.