De cara al próximo proceso electoral, los distintos candidatos y organizaciones políticas se refieren al tema pero con distintas connotaciones, lo que lleva a pensar que persisten visiones estructurales encontradas que, con seguridad, serán motivo de controversia en los procesos que se avecinan: referendos en cinco departamentos, elección de autoridades en niveles subnacionales el próximo año, aprobación de la Ley Marco de autonomías, y la consecuente aprobación de estatutos departamentales e indígenas, e inclusive en relación con los municipios que ya pusieron en tela de juicio un conjunto de aspectos establecidos en los avances del proyecto de ley.

Así, en las propuestas presentadas ante la CNE, el MAS traza la ruta crítica que debe seguir la aplicación de las autonomías en el país concurrente con la nueva CPE y la aprobación del proyecto de Ley Marco como tarea prioritaria de la próxima Asamblea Legislativa Plurinacional, se basa, como es de esperar, en los preceptos aprobados en la nueva CPE. Pone énfasis en la frase “autonomía de verdad para todos” contrastando y deslegitimando aquella autonomía que fue embanderada por las “élites empresariales y las logias terratenientes ligadas a intereses transnacionales… que la condujeron hacia un proceso violentista”, en contraposición, propone “autonomías plenas, solidarias y de servicio al pueblo” en los distintos niveles aprobados en el texto constitucional: departamentales, regionales, municipales e indígenas. En el caso de AS, se reconoce una “nueva estatalidad” en la cual se sitúan las autonomías departamentales, municipales e indígenas a través de las TCO; en el caso de las departamentales respeta la elección popular y busca mecanismos para optimizar el gasto proveniente de las regalías, curiosamente rechaza el acuerdo que dio lugar a la nueva CPE “impuesta”, “engañosa y confusa”, pero al mismo tiempo señala que viabilizará las autonomías previstas en la Constitución Política del Estado incorporando ajustes mediante un gran Diálogo Nacional concordando los artículos previstos en la nueva CPE con las propuestas regionales.

Ni UN ni el PP-B mencionan los artículos dispuestos en la nueva CPE. UN incorpora “la autonomía y el fortalecimiento institucional” entre los tres ejes fundamentales de su propuesta, centrándose en su programa “autonomía con unidad y empleo” que hace énfasis en la productividad, equidad y el acceso a mejores empleos e ingresos en las regiones, estableciendo los mecanismos correspondientes y las fuentes de financiamiento. En tanto que la propuesta del PP-B plantea la “transformación autonómica” hacia el siglo XXI, y reconoce solamente dos niveles autonómicos el departamental y el municipal, desde los cuales proyecta “una nueva administración de la República”, haciendo caso omiso a las disposiciones de la nueva Constitución y sin mencionar los otros niveles como las autonomías indígenas o regionales. Por estas razones, y asumiendo además las alianzas que se han realizado en las distintas regiones, el tema seguirá gravitando en el debate nacional.