Las titulares de la política exterior de México y Estados Unidos, Patricia Espinosa Cantellano y Hillary Rodham Clinton, respectivamente, se reunirán hoy alrededor del mediodía en las cercanías de la Alhóndiga de Granaditas, Guanajuato, para evaluar los resultados que ha tenido la política binacional contra el narcotráfico, identificar las áreas débiles y, con base el diagnóstico, determinar los ajustes en la estrategia contra el narcotráfico en este año.

La Iniciativa Mérida será tema obligado y, en ese sentido, la Oficina de Rendición de Cuentas del gobierno estadunidense (GAO, por sus siglas en inglés) ha sido muy crítica. En un reporte de junio de 2010 aseveró que hasta ese momento sólo 9% de los mil 600 millones de dólares de la Iniciativa Mérida para el periodo 2008-2010 se habían usado para la compra de equipo y entrenamiento de las fuerzas de seguridad en México.

Además de la lentitud en la entrega de los recursos, la crítica central de GAO es que “Estados Unidos necesita mejores herramientas para medir el desempeño de la Iniciativa Mérida… los documentos estratégicos de la iniciativa no incluyen herramientas que permitan una rendición de cuentas. No incluyen calificaciones que indiquen qué tanto se ha avanzado en el logro de las metas de la iniciativa”.

Otra crítica de GAO es que el Departamento de Estado de la Unión Americana no ha definido fechas concretas para la entrega de equipo a México. Lo que el reporte sí reconoce es que dicho país sí había entregado, hasta junio de 2010, cinco helicópteros Bell, varios equipos de revisión con rayos X y adiestramientos de perros policía con sus guías, así como el entrenamiento de cuatro mil agentes.

Además de la entrega de equipo y de la evaluación de los resultados de la Iniciativa Mérida, las cancilleres analizarán la evolución en cada uno de los cuatro  objetivos de la estrategia:

Reducir la capacidad del crimen organizado para operar; fortalecer la capacidad del sistema judicial en México para aplicar la ley; construir una frontera del siglo XXI, que permita el libre paso de personas y mercancías y detenga el paso de drogas, dinero ilícito y armas, y construir comunidades fuertes y resistentes contra el narcotráfico.

A juzgar por los documentos emitidos por el departamento de Estado de EU, que se filtraron a través de WikiLeaks, en diciembre pasado, desde la perspectiva estadunidense, las instituciones mexicanas aún no se han fortalecido para cumplir el primer objetivo: reducir la capacidad de operación del crimen organizado.

El cable número 246329 señala que “las instituciones de seguridad mexicanas —Sedena y Semar— están atrapadas en un juego en el que el éxito de una agencia de seguridad es visto como el fracaso de otra agencia, la información es guardada celosamente y no existen las operaciones coordinadas entre agencias”.