La estrepitosa derrota de Agustín Rossi (22,2%), el candidato kirchnerista para gobernador de la provincia de Santa Fe, que quedó tercero, por detrás no solo de los socialistas, sino también de Miguel del Sel, el inesperado candidato del partido de Mauricio Macri, ha vuelto a agitar el panorama político argentino. A menos de tres meses de las presidenciales de octubre, el resultado en Santa Fe se suma a la abultada derrota kirchnerista, hace solo dos semanas, en la primera vuelta de las elecciones locales de Buenos Aires.
Los magros resultados de Rossi, hasta hace poco portavoz oficialista en la Cámara de Diputados, significan que un buen número de votantes peronistas decidió no apoyar al candidato de Cristina Fernández de Kirchner, aunque sí mantuvo la mayoría del justicialismo en la legislatura local. En algunos lugares de Rosario aparecieron inmediatamente pequeños carteles sin firma con la leyenda "acá también perdieron. K es derrotable", el mensaje que la oposición, dividida en otros aspectos, lucha unánimemente por hacer llegar al electorado, convencido, según las encuestas, de que Cristina Fernández puede volver a ganar en octubre.
La elección de Santa Fe fue sorprendente no porque el pequeño Partido Socialista revalidara sus resultados de 2007 y lograra la victoria de su candidato, Antonio Bonfatti, médico de 60 años respaldado por el actual gobernador, Hermes Binner, sino por el alto porcentaje de voto alcanzado por Miguel del Sel: un 35,2%, frente al 38,7% de Bonfatti.
Del Sel, un actor cómico de 54 años que irrumpió en la política hace solo cinco meses, parece haber reunido todo el voto peronista crítico, abundante en Santa Fe, una provincia que es el corazón de la producción agropecuaria argentina. El candidato de Macri recibió el apoyo indirecto del senador santafecino Carlos Reutemann, que, por primera vez, hizo unas duras declaraciones, recordando que él es peronista pero que nunca será kirchnerista, y el respaldo expreso del expresidente Eduardo Duhalde, radicalmente opuesto a Cristina Fernández y aliado de Macri.
El actual gobernador, el socialista Hermes Binner, que será candidato presidencial el próximo mes de octubre con un Frente Amplio Progresista, se declaró muy satisfecho con el resultado. "Primero, porque en Santa Fe se ha votado con un novedoso sistema de papeleta única, que impide las tradicionales picardías en las elecciones. Y segundo, porque el electorado votó a favor de la continuidad de nuestra acción política", explicó a EL PAÍS.
Binner admitió que el resultado de Bonfatti no era todo lo amplio que hubieran deseado, pero consideró que revalidar el cargo de gobernador en el cuarto distrito electoral más importante del país ayuda a consolidar al Frente Amplio que preside. "A nivel nacional nos presentamos con la experiencia de haber llevado a cabo con dignidad un gobierno moral", aseguró. Hermes Binner estableció en Santa Fe un poco frecuente sistema de control de su propia acción política, que garantiza fuertes niveles de transparencia y de honestidad en la gestión pública. "Hemos demostrado que no todas las gestiones son iguales y que, aunque no nos han dado ni un alfiler, Santa Fe ha podido trabajar y prosperar sin ponerse de rodillas", mantuvo.
La dura derrota de Rossi llega en pésimo momento para el kirchnerismo, que lucha a brazo partido para intentar volver a poner en carrera, en la segunda vuelta de Buenos Aires capital, el próximo domingo, a su candidato, Daniel Filmus, que perdió en primera ronda con el 27,8%, frente al 47,1% de Macri. El kirchnerismo pelea no para lograr que Filmus gane, sino para mejorar sus resultados, de manera que no repercutan en la popularidad que tiene todavía la presidenta Cristina Fernández.
