Si preguntamos qué diferencia a los sunitas de los chiitas, podemos aseverar que un 98 por ciento de aquellos que no son musulmanes no sabe la respuesta. Siendo esa la realidad del mundo instruido, ¿qué hacen dos campesinos bolivianos hablando sobre el tema en una chichería en la selva tropical de Chapare, cuartel general de Evo Morales?
La conversación en castellano rudimentario trataba sobre las diferencias entre las dos sectas. El conocedor explicaba que los sunitas son la mayoría y que los chiitas ''se vendieron al imperialismo gringo''. Más allá de la pobreza del comentario, llama la atención que un indígena siquiera sepa de la existencia de ambos grupos. La información no fue sacada de libros ni de periódicos, que son inexistentes en el lugar, donde la mayoría es funcionalmente analfabeta. Alguien instruyó al agricultor para que enseñe a los demás.
La penetración islamista en Latinoamérica empieza a tomar cuerpo. Construyeron mezquitas en Tacna, Perú, y en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, pero todavía no cuentan con fieles que las visiten. Los musulmanes acostumbran edificar mezquitas en lugares donde planean tener presencia constante. En Sudamérica prefieren las poblaciones fronterizas donde el contrabando es la forma de vida y pasar drogas y armas es parte de la mercadería.
Lo único en común entre los fanáticos musulmanes y los extremistas latinoamericanos es su aversión hacia los Estados Unidos. Todo lo demás no encaja. ¿De dónde viene esa influencia islámica en el Cono Sur? De Hugo Chávez, por supuesto, cuyos vínculos con el mundo árabe trascienden los intereses petroleros y se están convirtiendo en mejores aliados por su mutuo afán de dominar el mundo. Unos obedecen a Mahoma, el otro a su ego.
La intrusión va acompañada de propaganda antisemita. La venta de libros prohibidos en los países civilizados por su delirante odio e irracionalidad, es común en cualquier quiosco. Un boliviano, Juan Carlos Almazán, escribió e hizo imprimir con financiamiento árabe, Los impostores, una imitación de Los protocolos. Según el mediocre escritor, cualquier persona destacada y todos los presidentes de los Estados Unidos fueron judíos. Gran honor para el pueblo de Dios, pero todavía ninguno de sus miembros llegó a ocupar un puesto tan importante en la Casa Blanca. La inconsistencia de los comentarios llega a ser risible. Cita por ejemplo, que el verdadero nombre de Roosevelt era Rosenfeld. El mercenario autor circulaba por La Paz, acompañado de dos matones llegados del Medio Oriente.
Funcionarios colombianos han denunciado que guerrilleros de las FARC entrenan en elmanejo de explosivos a personas de Bolivia y Paraguay. ''Tenemos algunos indicios del sur del continente, específicamente de Bolivia, sobre entrenamiento en uso de explosivos y en tácticas de secuestro'', precisó. La Cámara de Representantes de Estados Unidos emitió una resolución que contempla las sinuosas actividades del islamismo extremista en América Latina. El texto, aprobado por 364 votos contra cero, ``reconoce la amenaza potencial que plantean para Estados Unidos, sus aliados y sus intereses los simpatizantes y financistas de organizaciones terroristas islámicas que operan en el hemisferio occidental''.
Se teme que en Bolivia estaría formándose un ejército popular que haría su aparición cuando las circunstancias sean propicias para los invasores venezolanos y cubanos. Posteriormente llegarían los musulmanes con moderno armamento y mucho dinero. El peligro continental que significa la expansión de la yihad a esas latitudes debe ser motivo de alerta para la Organización de Estados Americanos (OEA) y los gobiernos democráticos. Bolivia, con casi 7,000 kilómetros de fronteras difíciles de controlar, sus fuerzas armadas divididas ideológicamente, armamento obsoleto y apenas 30,000 efectivos, puede convertirse en un Estado fuera de la ley y una temible base de insurgentes.
Ex diputado boliviano. www.josebrechner.com
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