La estampida de balseros en 1994 dio inicio a una ola de emigración que no ha hecho más que crecer con los años.
La cantidad de cubanos que huye a Estados Unidos podría aumentar, en un momento en que crece la incertidumbre en la isla sobre si Donald Trump acabará con las todavía incipientes relaciones diplomáticas con Cuba una vez que asuma la presidencia.
Expertos afirman que el influjo actual de cubanos, que es ya el doble de la cantidad que existía antes de que se restablecieran las relaciones a finales del 2014, podría convertirse en una estampida como la del Mariel, especialmente si Trump cambia los privilegios especiales que los inmigrantes cubanos reciben en Estados Unidos. Trump y algunos líderes cubanoamericanos como el senador Marco Rubio han sugerido limitar esos privilegios.
“Nuestro mayor temor debería ser otro Mariel”, indicó Eduardo Gamarra, quien ayudó a los refugiados del Mariel llegados en 1980 y es ahora profesor de relaciones internacionales en la Universidad Internacional de la Florida (FIU). “No estoy diciendo que va a haber otro Mariel, pero deberíamos estar preparados. La idea de apertura dio esperanza a las personas. Un cierre no da esperanzas a nadie. Un cierre lo que da es miedo”.
Estados Unidos ya sufre uno de los mayores influjos de cubanos desde el éxodo del Mariel en 1980, cuando Fidel Castro permitió a más de 125,000 cubanos que abandonaran el país en un momento de debilitamiento de la economía.
L
a muerte del ex gobernante Fidel Castro pocos días más tarde, y los problemas de la economía cubana, han aumentado la incertidumbre en la isla.
Grupos que prestan asistencia a inmigrantes cubanos como Church World Service aseguran tener suficiente espacio para refugiados si ven un aumento en las llegadas. Las escuelas de Miami están listas para otro “influjo potencial”. Entre julio del 2015 y enero del 2016, las escuelas de Miami-Dade matricularon a más de 13,000 estudiantes nacidos en el extranjero, la mayoría de los cuales procedían de Cuba.
“Lo mismo que lo hicimos durante el éxodo del Mariel en 1980 y en la crisis de los balseros cubanos de 1994, este distrito escolar continuará su larga historia de abrir los brazos para dar la bienvenida, aceptar y educar a todos los estudiantes”, afirmó en un comunicado el superintendente escolar de las Escuelas Públicas del Condado Miami-Dade Alberto M. Carvalho después de la muerte de Castro.
La Guardia Costera de EEUU no ha visto un cambio significativo en las cifras que cruzan el Estrecho de la Florida, pero está preparada para responder con un mayor número de barcos patrulleros, navíos guardacostas de mayor tamaño y vuelos adicionales para identificar y localizar embarcaciones.
“Estamos vigilando la situación muy de cerca”, dijo Willie Carmichael, jefe interino del distrito 7 de la Guardia Costera en Miami.
El número de cubanos que ha entrado a EEUU ha aumentado drásticamente desde que el presidente Barack Obama y el gobernante cubano Raúl Castro anunciaron la reanudación de los lazos con la nación isleña a finales del 2014.
“Estamos vigilando la situación muy de cerca”, dijo Willie Carmichael, jefe interino del distrito 7 de la Guardia Costera en Miami.
El número de cubanos que ha entrado a EEUU ha aumentado drásticamente desde que el presidente Barack Obama y el gobernante cubano Raúl Castro anunciaron la reanudación de los lazos con la nación isleña a finales del 2014.
En los primeros 11 meses del año fiscal 2016, más de 50,000 cubanos entraron a Estados Unidos a través de puertos de entrada, un aumento del 25% respecto al total del año pasado de 43,159 y más del doble del total del año fiscal 2014 de 23,750, de acuerdo con datos de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de EEUU.
Entre los 50,000 cubanos que entraron a EEUU, menos de 10,000 vinieron directamente a Miami, mientras que la mayoría cruzó a través de la frontera de México.
Gamarra y William LeoGrande, especialista en Cuba de la Universidad Americana en Washington, dijo que esas cifras podrían aumentar aún más si Trump o el Congreso deciden eliminar cualquiera de los beneficios especiales, que permiten a los cubanos que llegan permanecer legalmente en el país y recibir beneficios públicos.
Meses atrás, Trump cuestionó cuán justa es la Ley de Ajuste Cubano, la cual permite a los cubanos obtener un estatus legal y un camino a la ciudadanía aún si llegan sin visa o si entran de contrabando al país, mientras que otros inmigrantes tienen que esperar años.
Las leyes han recibido críticas de parte de otros gobiernos latinoamericanos, porque conceden privilegios especiales a los cubanos.
También algunos cubanoamericanos han hecho llamados a eliminar estas leyes debido a que, según dicen, están siendo abusadas por cubanos que acuden a EEUU por razones económicas.
“Yo no creo que eso sea justo. Quiero decir, ¿por qué sería eso justo?”, dijo Donald Trump al Tampa Bay Times en febrero.