Rui Pinto está en prisión acusado de una extorsión del caso del fútbol que según él sólo era un amago El pirata informático del Football Leaks es el denunciante de la investigación sobre la fortuna de la ‘princesa’ de Angola. Es un autodidacta que cursó estudios de Historia.
El Luanda Leaks, el escándalo que dejó al descubierto el
presunto saqueo de las arcas públicas de Angola por la hija del anterior
presidente, Isabel dos Santos, es la secuela de Football Leaks, el caso que,
entre otros efectos, puso contra las cuerdas judiciales a Cristiano Ronaldo.
Tienen un mismo artífice, un hacker portugués de 31 años, Rui Pinto, que está
en prisión preventiva en Lisboa, acusado de delitos como el de extorsión.
“No puedo decir lo que hay en mi ordenador, pero las
autoridades europeas deberían verlo”, declaró Rui Pinto antes de su extradición
desde Hungría en marzo del 2019.
La semana pasada medios portugueses habían adelantado que
Rui Pinto era el filtrador del Luanda Leaks, la investigación sobre la fortuna
que la angoleña Isabel dos Santos que el 19 de enero divulgaron una treintena
de medios, como Le Monde , The Guardian o el Expresso luso. Y Sindika Dokolo,
esposo de la antes conocida como la princesa de Angola, había declarado que las
empresas de su familia habían sido atacadas por “un pirata informático
portugués”. El lunes los abogados de Pinto informaron de que fue él quien hace
más de un año difundió la información, a través de un disco que entregó a una
entidad para la protección de denunciantes de corrupción que dirige uno de sus
letrados, que defendió también a Edward Snowden y Hervé Falciani.
Se trata de un golpe de efecto, pues supone que el
presunto delincuente al que la justicia portuguesa acaba de procesar por 90
delitos del caso del fútbol es quien ha propiciado que la Fiscalía angoleña
pida a la lusa que le ayude en la persecución de Isabel dos Santos, que el
Banco de Portugal la aparte de la gestión del Eurobic o que la investigue,
entre otras entidades, la comisión del mercado de valores lisboeta. “Deja de
ser sólo el peligroso violador de los derechos de privacidad para convertirse a
los ojos de la ciudadanía en el paladín de la denuncia contra la corrupción de
los poderosos”, se leía ayer en el editorial del Público de Lisboa.
El nexo entre el Football Leaks y el Luanda Leaks es el
despacho de abogados PLMJ, cuya invasión informática habría llevado a Pinto al
imperio de Dos Santos.
Nacido en Vilanova de Gaia es un autodidacta que cursó
estudios de Historia. Estuvo en Budapest de Erasmus, donde vivía. Afirma que se
ganaba la vida ayudando a su padre en el negocio de antigüedades que tiene en
Oporto. Se le atribuye un asalto informático a un banco de las islas Caimán con
23 años, pero él asegura que se trató de una “disputa” de la que no hay
denuncia. Sí que existe por la presunta extorsión al fondo de inversiones
Doyen, implicado en el escándalo del fútbol y que le culpa de haberle pedido
entre 500.000 y un millón de euros. El hacker dice que es mentira, que contactó
con el fondo para saber hasta dónde estaba dispuesto a llegar y en qué medida
consideraba valiosos los documentos que tenía.
Fanático del fútbol desde niño, Rui Pinto creó un blog en
el que difundía documentos sobre la corrupción en ese deporte. La revista Der
Spiegel contactó con él y acabó filtrando la información que fue la base del
Football Leaks, publicada por varios medios internacionales. “Portugal está
podrido”, denunció antes de ser extraditado, mientras afirmaba que las
autoridades francesas sí que habían requerido su colaboración para investigar
la corrupción del mundo del balompié.