Tenemos buenos atisbos de masificar el uso del gas natural vehicular, pero son sólo atisbos, ya que carecemos de una política que nos pueda señalar el rumbo tanto a YPFB como al sector privado, sobre cuáles deben ser los objetivos a alcanzar en la masificación del consumo de gas natural tanto domiciliario como vehicular y cuáles las inversiones a ejecutarse, en el ámbito privado y estatal.

Para dar un ejemplo, si Cochabamba tiene un gran adelanto en el uso de gas natural vehicular, el uso de la gasolina no puede ser eliminado, ya que se carece de infraestructura de aprovisionamiento de gas en las carreteras, por lo tanto sólo sirve en las ciudades, aquí encontramos las consecuencias de caminar sin un objetivo claro y concreto. Estamos dando pasos muy aislados.

Por lo tanto, el gas natural vehicular no podrá masificarse, porque no existen planes de desarrollo en una infraestructura que permita contar con gas por lo menos en nuestra red caminera troncal.

Por otro lado, no entendemos cómo, por ejemplo, en la ciudad de Tarija, casi el 90% de los vehículos livianos funcionan con GLP (gas licuado de petróleo), siendo que el departamento de Tarija es el principal productor de gas natural. ¿Es que la ley se cumple por regiones? En La Paz, por ejemplo, está prohibido el uso de GLP como combustible vehicular, porque el GLP es para uso doméstico, y al no estar normado, las condiciones de seguridad en las que funcionan los vehículos son muy precarias.

¿Es que Tarija es un mundo aparte, donde están las autoridades? Es absolutamente normal que el taxista le diga voy a cargar combustible y se pare al lado de una tienda de barrio y compre GLP.

La matriz energética boliviana debe girar en torno al gas natural, ya que no contamos con el suficiente y apropiado petróleo que pueda satisfacer nuestras necesidades de combustibles líquidos, por lo tanto es imperioso desarrollar los planes para que esto se haga una realidad. Por ejemplo, se debe invertir en gasoductos, estaciones de servicio y se deben dar más incentivos para la masificación del uso en los domicilios y en vehículos.

Es difícil entender que lo que está prohibido en una región se permita en otra, y que sólo algunas regiones tengan muy avanzado el tema del gas natural doméstico y automotriz. El Ministerio de Hidrocarburos debe señalar el rumbo, que permita el desarrollo de inversiones en el corto, mediano y largo plazo, para que la matriz energética gire en torno al gas natural.