Las severas restricciones impuestas en 2004 por el ex presidente George W Bush a la comunidad cubano-estadounidense para viajar a Cuba, han sido rebajadas por el Congreso de EEUU. Este aprobó en la madrugada de ayer, hora española, la ley del presupuesto nacional, donde se impide usar fondos públicos para hacer cumplir dichas prohibiciones.

El Gobierno cubano, hasta el momento, no se ha pronunciado sobre el tema y tampoco ha difundido en la prensa oficialista este significativo paso de distensión entre ambas naciones. Las medidas dictadas por Bush limitaban las visitas familiares a Cuba a una cada tres años, sólo por 14 días y restringía los gastos en esos viajes al equivalente de 40 euros diarios. Este proyecto de ley, que deberá ser refrendado por el presidente Obama, permitirá a los cubano-estadounidenses viajar a Cuba una vez al año, gastar al día 132 euros y permanecer el tiempo que deseen. A su vez extiende el derecho a visitar a primos, tíos y tías en la isla, ya que Bush había limitado el vínculo familiar a padres, hermanos y abuelos.

La nueva normativa igualmente ha levantado el tope a los cubanos estadounidenses -unos dos millones de personas- en la carga de medicinas o comida que lleven a sus familiares en la isla y que anteriormente estaban limitados a un importe total de 78 euros.Obama, durante su campaña presidencial, había prometido flexibilizar las duras disposiciones de viajes y envíos de remesas que Bush había impuesto a los cubanos establecidos en EE.UU. Desde 1962 EEUU no permite viajar libremente a Cuba a ningún estadounidense que no sea de origen cubano.

Las limitaciones a 78 euros mensuales de las remesas a familiares en Cuba, afectaban severamente la economía de muchos en la isla, sobre todo en personas mayores que tienen como único ingresos unas jubilaciones que no les permiten enfrentar la carestía de los alimentos. La votación en el Congreso ha sido recibida con alegría por muchos en Cuba. La visión más generalizada es que las familias de ambas orillas no tienen por qué sufrir los conflictos políticos existentes entre ambos gobiernos.

A su vez, el director para Latinoamérica de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, estimó que la iniciativa para relajar las restricciones «es un paso en la dirección acertada». Pero la citada organización destacó que la medida aprobada ahora por el Congreso «no es permanente» ya que está incluida en la citada Ley del Presupuesto que vence en octubre. Por ello Vivanco reclamó a Obama que emita «una orden ejecutiva que elimine todas las restricciones sobre los viajes y las remesas para cubano-estadounidenses».