La naturaleza nos ha obsequiado con un regalo (o maldición) que debe ser administrado con sensatez, lo que significa, para mis creencias budistas, que debemos darle a la naturaleza algo a cambio, y qué mejor retorno que un mejor ambiente.

Segundo, la industria petrolera es una actividad "sucia", en todo el sentido de la palabra, el petróleo fuera de sus nichos geológicos es una de las sustancias más contaminantes que existen, su producción y manejo son de altísimo riesgo ambiental, requieren del uso intensivo de otros elementos tan contaminantes o más que el mismo petróleo, los lodos y fluidos usados para su extracción son un veneno para la vida, de allí que el negocio petrolero jamás podrá ser una actividad limpia, a lo sumo, será una actividad menos sucia si se aplican ciertos procedimientos y normas que harán que el impacto ambiental sea menor, pero este manejo tiene un costo elevado que afectan el precio final del producto, para operadores "garimpeiros" como el Estado venezolano, que no les importa el ambiente, es la partida del presupuesto que primero sacrifican en aras del negocio.

Este punto tiene un segundo nivel de consecuencias ambientales, y es que se trata de un producto energético cuyo consumo implica contaminación a gran escala, de hecho, la quema de los combustibles fósiles está considerada como uno de los factores principales en los cambios climáticos, los altos índices de carbono en la atmósfera del planeta son directamente atribuibles al consumo de productos con base al petróleo, y como no hay un sustituto energético viable y económicamente atractivo, el desarrollo de los países depende en gran medida del mercado petrolero, lo que crea una paradoja terrible, el desarrollo del mundo depende del petróleo que a su vez puede acabar con la vida en el planeta Tierra.

La tercera razón por la que el petróleo es importante para la gestión ambiental, es que es el único producto que puede pagar por la conservación ambiental de nuestro patrimonio natural, me explico, hasta los momentos, la visión ambiental de los socialistas (incluyo a todos los gobiernos democráticos anteriores al chavismo) no entendió, ni entiende, que la conservación ambiental tiene un altísimo costo tanto en recursos como esfuerzo y tiempo, que traducido en dinero requiere de una enorme partida presupuestaria. 

Poder controlar, manejar y conservar el patrimonio natural de un país como Venezuela necesita de una altísima tecnología tanto de sensores remotos, información básica y estudios científicos especializados, además de una red de información, equipos de campo, instalaciones y personal altamente calificado, necesita además de todo un soporte institucional donde se entreteje lo científico y legislativo con lo judicial, lo administrativo con la educación, lo local con lo regional.

El socialismo ha entendido el ambiente (y se trata de una aberración que se encuentra en sus orígenes ideológicos) simplemente como una suma de recursos necesarios para el progreso social, la sola mención de "recursos naturales" implica una visión utilitaria de la naturaleza, el ambiente visto como escenario y no como algo vital y parte fundamental de la vida.

Peor aún, la conservación y la ecología es para el socialismo una actividad comunitaria de bajo costo, que se supedita más a lo moral y a la responsabilidad de los ciudadanos, las campañas que se hacen como la de limpieza de las playas o la de sembrar un árbol, dicen mucho de la mentalidad infantil y precientífica que se tiene de lo que significa sustentabilidad.

He sostenido en varios de mis escritos que el papel del Estado se debe supeditar a actividades muy puntuales de servicio a la sociedad y no, en esta dispersión de esfuerzos al querer hacer del Estado un ente omnímodo y todopoderoso, creo que una de las funciones fundamentales de un Estado en el siglo XXI tiene que ser la de conservacionista, y tratándose de un país productor de petróleo, más aún. La ecuación es muy sencilla, ambiente="VIDA," hasta que no internalicemos esto, seguiremos perdiendo el tiempo en un Estado productor de petróleo, empresario, militarista, docente, terrófago obviando el que más importa, el Estado conservador del ambiente.

percival367@yahoo.com