Sus ideas sobre desarrollo humano han impactado de manera importante no solo las políticas del Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sino está cambiando la manera como se configura la ayuda internacional en los centros de poder del primer mundo. Efectivamente, se trata de una posición humanista y ética que ha permitido resaltar el factor humano en la ecuación del desarrollo, que aparte de su interés por una disciplina fiscal, por la inversión extranjera y prioridades en el gasto público, entre otras, le están otorgando relevancia a un nuevo criterio de bienestar, que se mide con otros indicadores de los tradicionalmente usados, y tienen que ver con la libertad como objetivo del desarrollo. 

Son ideas importantes, demasiado importantes como para permitir que el teniente coronel Hugo Chávez Frías las falsifique y las use para justificar precisamente todo lo contrario: la esclavitud del hombre. He leído apenas dos obras de la gran cantidad de trabajos publicados por el profesor Sen, y en ellas se refleja a un hombre puro, preocupado por el avance de su prójimo y que ha luchado toda su vida en contra de la pobreza, por ello me es extremadamente desagradable ver sus ideas utilizadas por la revolución chavista, para justificar un militarismo sucio y violento que degrada al ser humano y que mantiene a la sociedad en plena ignorancia. 

Chávez entiende por libertad y emancipación de los pueblos, prohibirles a que accedan a las ideas y productos culturales occidentales, para imponer a la fuerza su propio y salvaje imperialismo que más huele a cuartel y tropa que a hombres libres, tratando de desarrollar un colectivismo agrario-industrial de baja tecnología, y que para lograrlo, implique la supresión del libre pensar y actuar. 

Chávez ha manipulado los índices que Venezuela envía al PNUD para hacer ver que en nuestro país existe una mejor calidad de vida; con su poder omnímodo sobre las estructuras del Estado, ha falsificado y alterado cifras y resultados de su tenebroso experimento social a gran escala, donde a fuerza del despojo de la propiedad privada y la ruina del sector productivo fomenta la pobreza y la violencia en Venezuela, intenta hacer ver el éxito donde solo hay fracaso, desarrollo donde solo hay miseria, esta práctica de alterar las estadísticas nacionales lo hace en materia ambiental, en la lucha en contra de las drogas y hasta para justificar sus misiones, no hay un respaldo real para las cifras que sustentan la labor de la Misión Robinson I y el Plan Yo Sí Puedo, ambos programas para la alfabetización, son registros necesarios para comprobar el fraude masivo que le han hecho a la nación, me pregunto: ¿Es que no se da cuenta el PNUD que sin respaldo de estos resultados sus certificaciones pueden ser usadas como propaganda política por gobiernos inescrupulosos? 

Nuestro país se encuentra sumido en la ruina como Cuba, y Chávez, pretende hacer fiesta y esconder la tristeza de un pueblo con sus estrambóticas cifras de un desarrollo humano falaz. Solo espero que el profesor Amartya Sen no se deje usar por este "marxista-cristiano chimbo", que no permita que lo mareen con visitas a comunas de cartón piedra, ni a empresas de producción social de utilería, como han hecho con cada visitante de interés para la publicidad internacional de este gobierno oprobioso (incluyendo a las superestrellas de la izquierda hollywoodense), la verdad hay que desnudarla y Chávez tiene a Venezuela al borde de una de esas hambrunas provocadas, que usted, profesor Sen, tanto ha estudiado durante su carrera.