Lula y Chávez conversaron por teléfono el miércoles y, según relató el presidente venezolano, Lula le preguntó si estaría de acuerdo con la inclusión del «tema venezolano» en su reunión con Obama del 14 del marzo. «Por tratarse de Lula le dije que sí, que le daba luz verde para que hable con Obama lo que crea conveniente», relató Chávez.

La llegada de un nuevo presidente a la Casa Blanca [el tercero desde que Chávez está en el poder] supuso un ligero cambio en la agresiva retórica del líder bolivariano, pero ahora estima que aunque haya «un nuevo Gobierno, sigue siendo el mismo imperio».

Chávez, que perdió a su enemigo favorito con la salida de George W. Bush, felicitó a Obama cuando ganó las elecciones. Y recordó que al asumir la Presidencia, el ex senador de Illinois expresó su disposición de «tender la mano» a aquellos líderes «dispuestos a abrir el puño». «Washington debe abrir el puño porque millones de seres humanos en el Sur del planeta hemos sufrido desde hace tanto tiempo los puñetazos del imperio norteamericano», escribió Chávez a principios de año.

«Estupideces» de Clinton

En la última semana, sin embargo, el líder socialista calificó de «estupideces» las últimas declaraciones de Hillary Clinton, secretaria de Estado, sobre Venezuela, y vaticinó que el nuevo presidente de EEUU será «un nuevo fiasco». «El Gobierno del señor Obama arremetió de nuevo contra Venezuela. Ha dicho que Venezuela y yo, con nombre y apellido, no colaboro en la lucha contra el narcotráfico», exclamó Chávez. «Váyase a lavar ese paltó [culo], señor Obama», agregó utilizando una grosera expresión venezolana.

El malestar de Chávez surgió por un nuevo informe del Departamento de Estado, que acusa a Venezuela y a Bolivia de no cooperar en la lucha contra el narcotráfico en la región. Las deterioradas relaciones entre Washington y Caracas alcanzaron su punto más tenso en noviembre, cuando Chávez expulsó al embajador estadounidense por entrometerse supuestamente en la política interna de Venezuela y de Bolivia.