Aquí en la metrópoli sucede que la gente quiere comunicarse y el teléfono está descompuesto. Que no se puede bañar, porque el grifo exhala un suspiro de reseca ausencia y vaciedad.

Para no prolongar los desagradables espejismos del día, hay que rehuir la repetición de la televisión, la radio y la prensa, que nos saturan de las mismas noticias inútiles y engañosas.

De acuerdo con un estudio realizado por Guadalupe González, Ferran Martínez y Jorge A. Shiavon, especialistas en relaciones internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), se considera que los mexicanos están más encerrados en sí mismos y en sus problemas que hace cuatro años, tienen menos interés por lo que ocurre en el mundo, disminuyeron sus contactos con el exterior y, además, tienen pocos conocimientos sobre la política exterior del país.

Ray Walter, analista senior especializado en América Latina de la Fundación Heritage de Estados Unidos, “descarta que México sea un Estado fallido” (v. p. 1, EL UNIVERSAL, martes 24 de marzo de 2009). En octubre de 1992, el PAN se convirtió en el neo-PAN y se puso al servicio del Partido Republicano de Estados Unidos.

Ray Walter afirma: “La idea de México como Estado fallido comenzó a circular a principios de año en Washington, en especial en el Comando Conjunto de las Fuerzas de EU, cuando equiparó a México con Paquistán, en la medida en que en las dos naciones podrían surgir conflictos súbitos que harían ‘necesaria’ la intervención de tropas”.

Es ilustrativo el mapa que aparece en los periódicos pintando de colores diferentes las zonas de los cárteles de la droga. La policía oficial y el Ejército no han logrado disminuir las batallas armadas; en los poblados y en las ciudades todos los días aparecen las peleas sangrientas.

El neopanista Julio Faesler, ex embajador de México con Vicente Fox, escribe: “Las reservas del Banco de México dan confianza nacional e internacional. No hay que asustarse si los ambiciosos programas de ampliación de infraestructuras productivas aumentan un déficit presupuestal inteligentemente calculado. El acuerdo oportuno de usar los fondos acumulados en las afores es otra fuente de financiamiento”.

Con la saturada publicidad del gobierno de Felipe Calderón, Faesler afirma en su carta del 20 de marzo pasado: “Debe reforzar programas metódicos y disciplinados para la educación, capacitación y salud populares, así como programas redituables de infraestructura. Hay que facilitar una acción solidaria. No se requieren tantas discusiones. Con recursos, ingenio y decisiones firmes podemos atender la parte de la pandemia que nos tocó”.

jodeortiz@gmail.com

Escritor