El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anfitrión de la Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena de Indias, aseguró el domingo en la rueda de prensa de clausura que el hecho de que la cita concluyera sin una declaración final por falta de consenso sobre Cuba y las Malvinas no significaba un fracaso. Afirmó que “una mayoría de los países participantes llamaron a una solución pacífica del conflicto” por las islas del Atlántico Sur que enfrenta a Argentina y Reino Unido y que igualmente había “un deseo de que La Habana estuviese presente” en la próxima reunión de Panamá, a celebrar dentro de tres años.

Pero solo eso. Santos fue claro y dijo que “no se podía esperar que de esta cumbre” saliese un respaldo unánime a ninguno de los dos temas. Reconoció también que tras su discurso inaugural de la reunión el pasado sábado, la presidenta argentina se le acercó y le dijo: “Te olvidaste de las Malvinas”. Cristina Fernández abandonó Cartagena nada más hacerse la tradicional foto de familia.

Santos prefirió destacar la parte positiva de la reunión. “Ha sido la cumbre del diálogo y de la sinceridad”, dijo, en la que se ha debatido la necesidad de “analizar los resultados de la actual política contra las drogas y explorar nuevos enfoques más efectivos” así como la urgencia de “convertir la prosperidad económica en prosperidad social”. “Debemos tener un diálogo entre iguales para lograr una sola América unida y próspera”, concluyó.