omo funcionario del Banco Mundial (BM), Andrés Pizarro debía garantizar la transparencia de la licitación para supervisar la SUBE. Este consultor chileno especialista en transporte auditó el polémico concurso y emitió decenas de avales que permitieron la firma del contrato por $ 65 millones .

Como funcionario del BM, Pizarro debe evitar situaciones de "reales o aparentes conflictos de intereses", según indica el Manual de Empleados del organismo. Tampoco debe emitir "cualquier pronunciamiento público" porque -considera la institución- podría influir en la "independencia e imparcialidad requerida" para ejercer su cargo.

Según pudo comprobar LA NACION, Pizarro forjó una estrecha relación con los funcionarios de la Secretaría de Transporte a los que debía controlar. Tras avalar la supervisión de la SUBE , el chileno hizo explícita su afinidad al kirchnerismo con una activa militancia. Después, renunció a su cargo dentro del BM .

Pizarro fue gerente del préstamo Ptuma; con esos fondos se financió la supervisión de la SUBE. Cuatro fuentes con decisión en Transporte relataron que, desde su llegada a la Argentina, el consultor mantiene una relación cercana con los funcionarios de Proyecto de Transporte Urbano Buenos Aires (Ptuba), la unidad ejecutora dentro de la secretaría para el crédito del BM. Jorge de Beláustegui, coordinador general de esa dependencia, también avaló con su firma el control del boleto electrónico. "El Pato" fue la primera víctima política por la polémica licitación.

Pizarro negoció con otra área: Planificación del Transporte Urbano en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Platamba), a cargo de Nora Turco. El chileno participó desde el primer minuto en la supervisión de la SUBE: como máximo responsable del préstamo acordó con Turco los montos asignados para cada ítem. A la supervisión de la SUBE -subcomponente 1.4- se le otorgaron 10,5 millones de dólares, cifra que después se transformaría, con impuestos y gastos, en 17 millones de dólares.

Turco es clave en la estructura de Transporte. Durante la licitación para controlar el boleto electrónico ocupó tres cargos: directora nacional de Planificación y Coordinación del Transporte, coordinadora de Platamba y miembro del comité de evaluación en el concurso. Ese tribunal recomendó contratar al consorcio integrado por Global Infrastructure (GI), IRV, Iatasa y González Fischer y Asociados pese a contar con una oferta $ 10 millones más económica.

La presencia de Pizarro en las oficinas de Julio Argentino Roca 636 -sede de ambas dependencias- no se limitaban a las auditorías cuatrimestrales. "Venía, por lo menos, una vez por mes para reunirse con Turco y De Beláustegui. Tienen una relación de mucha confianza", relató una fuente que presenció esos encuentros. "Se generó una gran relación. El diálogo era casi diario; entre los tres arreglaban todo", agregó otra fuente del sector.

Durante la investigación publicada por LA NACION, Pizarro fue acusado por Stephen Chandler , ex jefe de la supervisión de la SUBE, en reiteradas oportunidades. El inglés asegura que Pizarro formó parte de un "plan orquestado" junto con los funcionarios de Transporte y las empresas Iatasa e IRV en la licitación para controlar el boleto electrónico.

Después de avalar la supervisión de la SUBE, que también contó con auditorías realizadas por el organismo desde Washington, Pizarro renunció a su cargo como gerente del BM en agosto de 2011. La entidad le asignó tareas en Asia, pero él nunca se fue de la Argentina. Al poco tiempo, el chileno renunció a su ocupación full-time y actualmente se desempeña como consultor externo en proyectos para Asia.

"Me sorprendió que, cuando terminó la licitación, lo vi a Pizarro en la fiesta de inauguración de las oficinas del consorcio (que ganó la supervisión de la SUBE), en Rivadavia 882. Andaba a los abrazos con los empresarios que habían ganado la licitación", comentó, sorprendida, una fuente que participó del evento.

Consultados por este medio, desde el BM se negaron a hacer declaraciones la situación de Pizarro. Tampoco permitieron que el consultor hablara con LA NACION.

Pizarro también mantiene una estrecha relación con Hernán Sraer, mano derecha de Nora Turco y militante de La Cámpora. "Feliciten a @hernansraer. El boleto electrónico permitió blanquear toda la actividad del transporte", escribió en su cuenta de Twitter, en referencia a una entrevista de LA NACION a Juan Pablo Schiavi cuando era secretario de Transporte.

Pese a su corto recorrido dentro del Transporte -ingresó en 2010-, Sraer tuvo importantes responsabilidades a su cargo. A fines de ese año, le asignaron su primera función: coordinar el equipo de Platamba que controlaba la SUBE. Meses después, Transporte pagaría $ 65 millones por el trabajo.

Pero los contactos de Pizarro con el Gobierno en transporte llegan hasta las altas esferas. "¿Cuándo nos juntamos a tomar un café para hablar de Transporte?", preguntó Pizarro vía Twitter. La respuesta llegó desde las altas esferas del Gobierno. Juan Andrés Randazzo, hermano y ex asesor de Florencio, ministro del Interior y Transporte, aceptó su solicitud: "Dale compañero. La semana que viene está bien #Transporte".

El intercambio sucedió el 22 de junio, antes de que el funcionario anunciara la decisión de suspender el contrato. Consultado por LA NACION, allegados al ministro aseguraron que ese encuentro nunca se concretó. "No tienen relación. Jugaron tres partidos de fútbol en un grupo de 20 personas. Si eso es tener un vínculo...", se limitaron a decir.

Un militante

Defiende la política oficial en el Indec, hace proselitismo por el Gobierno y elogia la estatización de YPF, entre otras medidas. Pizarro no esconde su afinidad con el kirchnerismo .

"La gorilada no puede con los incorruptibles. #YoBancoaMoreno", escribió en su cuenta de Twitter. El chileno mantiene una activa militancia que es explícita en las redes sociales: intercambió mensajes por esa vía con el hermano de Randazzo, con los diputados Carlos Heller y Agustín Rossi. Abrió una cuenta en la red social "Sumate a Cristina"; en su perfil, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, escribió un largo mensaje.

Unos días antes de las últimas elecciones porteñas, su agrupación "Las 3 banderas" organizó una charla con el entonces candidato a vicejefe de gobierno y ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Según pudo comprobar LA NACION, el 7 de julio -fecha del encuentro- Pizarro todavía era gerente del BM.

Unos meses antes, en mayo de 2011, Pizarro invitó vía Twitter a la charla "Economía para militantes", organizada por la agrupación kirchnerista Negros de Mierda . Durante esos meses también publicó notas de opinión con su firma en el blog de "Las 3 banderas".

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