Además, China busca con la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras rivalizar con el Banco Mundial, un asunto que preocupa a Estados Unidos, debido a que varios países de la UE, como Alemania, Reino Unido, Italia y Francia, se han sumado como socios del banco chino.

China es un actor económico que no se puede ignorar, debido a la importancia que ha adquirido en la economía mundial, junto a los países que conforman los Brics (Brasil, Rusia, India y Sudáfrica), grupo que  hace cinco años había pedido reformar el sistema de cuotas del FMI, asunto que se discutió varias veces en el G20, al igual que las inclusiones de sus monedas en la canasta de valoración del organismo, una medida que ha sido frenada por Estados Unidos.

Es claro que con los ascensos de las economías Brics el reparto de poderes en el FMI era obsoleto. De manera que era urgente un nuevo orden. Pero aunque había consenso para la reforma, recién la semana pasada el Congreso de Estados Unidos aprobó modificar el reparto de cuotas de los países miembros.

Sin duda, se trata de una de las reformas más cruciales que ha tenido el FMI desde su fundación, hace siete décadas. En consecuencia, China pasó al tercer lugar, Brasil sube, India y Rusia son parte de los diez principales miembros del organismo. Con ello se darán un incremento de su patrimonio: de US$329.000 mil millones, a US$659.000 mil millones.

Y aunque Estados Unidos continúa siendo el mayor accionista y tiene derecho de veto en las decisiones estratégicas del organismo, es evidente que con el reciente reparto de poderes se empieza a configurar un nuevo orden mundial en materia financiera. Su poder se reduce un mínimo porcentaje, de 17,69% a 17,40%, es cierto, pero países como Japón, el segundo mayor accionista, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, sufrirán importantes reducciones en sus porcentajes accionarios.

EE.UU., como el mayor accionista del FMI no podía seguir desconociendo la importancia del aumento de cuotas de China en el organismo, debido a que el comercio bilateral del gigante asiático con los países de África es de US$215.000 mil millones. Un comercio sustentado en más de 40 centros de promociones comerciales y en empresas chinas que operan en 50 de los 54 países africanos, donde sus inversiones superan los US$27.000 mil millones anuales. China ya superó a Estados Unidos como principal socio comercial de África, ha duplicado el intercambio comercial de EE.UU. con los africanos, el cual se quedó rezagado en US$130 mil millones.

En la última década, China ha acabado no sólo con la supremacía de EE.UU., sino también de la UE. en el comercio africano. Mientras que en América Latina también han desplazado a las potencias europeas, actualmente los segundos socios comerciales y la principal fuente de empréstitos e inversiones del hemisferio. Su comercio bilateral con los países de la región alcanzó el año pasado los US$263.600 millones.

Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Chile, Perú, Nicaragua y México son los principales destinos de las inversiones chinas. Asimismo, China se ha convertido en el principal destino de las exportaciones de materias primas de Brasil, Chile, Argentina, Venezuela y Perú.

Las cifras de los préstamos chinos a la región reflejan también su expansión y que sus intereses específicos se han centralizado en petróleo, minerales y productos agrícolas. De 2005 a 2015, esos créditos suman más de US$120.000 mil millones, de los cuales más de la mitad, US$61.300 mil millones, se los ha concedido a Venezuela, luego a Brasil y Argentina.

En el caso de Venezuela, desde su ruptura con el FMI en 2007, China se ha convertido en el principal sostén económico del régimen chavista, el que ya ha hipotecado a los chinos sus reservas petroleras.

¿Alguna duda de que el mundo cabalga hacia un nuevo orden mundial donde el neocolonialismo chino esta jugando muy fuerte?