"Todos quieren darnos un mordisco en algún lugar o arrancarnos a dentelladas una parte de nuestro territorio", ha declarado horas después de la reunión entre Blinken y Lavrov.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió este
jueves de que su país les "romperá los dientes" a los que buscan
hacerse con una parte de su territorio o sus recursos.
Aprovechando una reunión telemática del Comité Victoria,
organismo consultivo dedicado a la educación patriótica de la población, el
presidente remarcó que tener un Ejército fuerte constituye una garantía de que
nadie logrará hacerse con parte del territorio de Rusia.
El líder ruso cree que tan pronto como Rusia se
fortalezca, "inmediatamente aparecerán razones para restringir su
desarrollo". "Todos quieren darnos un mordisco en algún lugar o
arrancarnos a dentelladas una parte de nuestro territorio, parece que Rusia es
demasiado grande para el gusto de algunos", lamentó Putin. Sus palabras
llegan horas después de un tímido acercamiento de los responsables de
Exteriores de EEUU y Rusia, Antony Blinken y Serguei Lavrov, respectivamente.
"Me reuní hoy con el ministro Lavrov para poner a
prueba la propuesta de unas relaciones más estables y predecibles con
Moscú", escribió Blinken en su cuenta de Twitter. Como se esperaba, el
representante de EEUU reiteró el rechazo a las acciones rusas contra Ucrania, el
acoso del Kremlin a los medios de comunicación extranjeros en Rusia y las
medidas contra el opositor ruso Alexei Navalny.
"El secretario Blinken planteó nuestra profunda
preocupación por los continuos despliegues militares de Rusia en y cerca de
Ucrania", dijo durante esta noche el Departamento de Estado de EEUU en un
comunicado.
Lavrov calificó de "constructivo" su encuentro
con Blinken en Reikiavik. "Hablamos más de lo previsto, durante una hora y
cuarenta minutos, y la conversación me pareció constructiva", dijo el
canciller ruso, que cree que los dos países "comprenden la necesidad de
superar la difícil situación en la que han quedado las relaciones de Moscú y
Washington". Poco antes de la reunión desde el Ministerio de Exteriores
ruso se había criticado la falta de claridad de EEUU a la hora de plantear una
agenda para el encuentro.
Blinken y Lavrov mantuvieron su primera cita aprovechando
la reunión ministerial del Consejo Ártico en Reikiavik. Antes de empezar su
encuentro tras un saludo con el codo, los dos hablaron brevemente con los
periodistas y enfatizaron sus "diferencias". El encuentro duró un
poco menos de dos horas. Acabó sin acuerdos ni choques, pero con una cierta
sensación de distensión. Abordaron la cooperación en asuntos como Afganistán,
Irán y Corea del Norte. Otros asuntos sobre la mesa fueron garantizar el acceso
humanitario a la población en Siria y encontrar una solución a largo plazo para
poner fin al conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. El jefe diplomático de EEUU
también pidió la liberación de varios estadounidenses detenidos en Rusia.
En su cita los responsables de exteriores han tratado de
allanar el camino de cara a una futura reunión de los presidentes Joe Biden y
Vladimir Putin. Y acordaron continuar las conversaciones en el futuro.
Polémico gasoducto Nord Stream
A pesar del tono positivo, las relaciones van mal entre
ambos países. Mientras se celebraba la reunión, Estados Unidos impuso sanciones
a 13 barcos y entidades involucradas en la construcción del gasoducto Nord
Stream 2, un acuerdo al que el presidente norteamericano se ha opuesto. Sin
embargo, la administración Biden decidió lanzar un guiño a Moscú y no sancionar
a la compañía detrás de la infraestructura y a su director ejecutivo. Antes del
anuncio, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Riabkov,
había dicho que la renuncia a esas sanciones ayudaría a normalizar los lazos
entre Moscú y Washington.
El secretario de Estado, Antony Blinken, señaló en un
comunicado la adopción de esta medida "por el interés nacional" de
EEUU, aunque advirtió también de que Estados Unidos sigue oponiéndose a esta
infraestructura.
Según informa Reuters, un funcionario del Departamento de
Estado dijo que el gasoducto surgió en las conversaciones, pero no fue objeto
de una discusión extensa. Actualmente el gas ruso tiene que pasar por Ucrania
en su camino hacia los países de la UE. Con la nueva tubería Rusia tendría
acceso directo a Europa. Pero el gasoducto despierta inquietudes en varios
países al considerar que incrementa la dependencia de Moscú para suministrar
energía a la Unión Europea y degrada la importancia de la paz y la seguridad en
Ucrania.
Por su parte, Rusia le ha dado a EEUU hasta el 1 de
agosto para deshacerse de todo el personal no estadounidense en sus misiones
diplomáticas, algo que EEUU dice que hará casi imposible que sus instalaciones
funcionen.
Las tensiones entre el Kremlin y la Casa Blanca
aumentaron este año después de que Biden calificara de "asesino" a
Putin, tras lo cual Moscú llamó a consultas a su embajador en Washington, que
aún no ha vuelto a EEUU.