Cualquiera que quiera seguir viviendo legalmente en Letonia con un pasaporte ruso debe ahora solicitar el estatus de residencia permanente y demostrar conocimiento de letón.
El Gobierno letón contabiliza alrededor de medio millón
de rusos en su territorio, que a pesar de llevar viviendo allí varias
generaciones no pueden obtener la nacionalidad letona y no pueden votar.
Suponen alrededor de una cuarta parte de los 1,9 millones de habitantes del
país. Ahora, además, muchos de ellos se ven amenazados con la expulsión.
Cualquiera que quiera seguir viviendo legalmente en Letonia con un pasaporte
ruso debe ahora solicitar el estatus de residencia permanente y demostrar que
tiene conocimientos cotidianos de letón mediante un examen de idioma
certificado.
El trasfondo son los cambios en la ley de inmigración de
Letonia que se aprobaron en otoño de 2022 en respuesta a la guerra de agresión
de Rusia contra Ucrania. La fecha límite para presentarlo era el 1 de
septiembre. Quien no haya superado la prueba puede solicitar una prórroga de
dos años de su permiso de residencia y repetir la prueba, pero para muchos
rusos residentes rusos no es tiempo sifuciente: no se trata de un idioma
sencillo y no lo dominan porque siguen viviendo en guetos culturales rusos. Más
del 60 por ciento de los participantes en los exámenes no superan la primera
vez las pruebas de idioma del nivel A2.
Riga calcula que la medida afectará a unos 3.000
residentes. «Seguramente habrá expulsiones forzosas», afirma el diputado Gunars
Kutris, presidente de la Comisión de Ciudadanía, Migración y Cohesión Social,
„pero se verá en la práctica».
Nueva legislación
Putin considera esta nueva legislación como una
provocación. «En los países bálticos, decenas de millas de personas son
declaradas 'infrahumanas' y privadas de sus derechos más básicos», se ha
quejado el líder del Kremlin, que anteriormente se había referido también al
trato «porcino» que reciben los rusos en Letonia y acusa al Gobierno de Riga de
aprovechar políticamente el ambiente generalmente hostil contra Rusia, debido a
la guerra de Ucrania, para tomar represalias contra la minoría rusa.
Muchas personas en los estados bálticos, Estonia, Letonia
y Lituania, son apátridas o tienen pasaporte ruso. Llegaron durante la época
comunista, cuando las tres repúblicas se vieron obligadas a formar parte de la
Unión Soviética. Moscú, que alguna vez fue el centro de poder de esta zona
geográfica, ha demandado durante años igualdad de trato para ellos. Desde que
Letonia recuperó su independencia en 1991, los sucesivos gobiernos se han
preguntado cuán leal es la población de origen ruso y cómo se comportaría en
caso de conflicto. Ahora que los gobiernos bálticos esperan más pronto que
tarde un ataque ruso, consideran más que nunca a esa población como población
enemiga.
Por el momento, todos los que no se han presentado a las
autoridades por iniciativa propia para cumplir con el requisito exigido han
recibido una carta de las autoridades con la amenaza de expulsión. Algunos
medios de comunicación aseguran que algunas personas han sido ya expulsadas a
Kaliningrado. Fuentes del gobierno justifican la reforma por el temor a que
Rusia pueda explotar e incitar a estas personas al enfrentamiento con las
autoridades letonas. O que, al igual que en Ucrania, se sirva inlcuso de ellas
para justificar una invasión.
Defensa nacional
El presidente letón, Edgars Rinkevics, asegura que „todos
sabemos muy bien que los rusos que viven en Letonia no son discriminados y hay
exigencias completamente legítimas como el conocimiento del idioma nacional,
que constituye es la base de cada país«. Lo cierto es que que la nueva
regulación afecta principalmente a personas mayores y vulnerables, que no
deberían representar una amenaza para la seguridad nacional. Muchos ya han
pasado toda su vida en Letonia y los hay que ni siquiera tienen a dónde ir porque
tampoco hablan ruso: adoptaron en su día la nacionalidad rusa principalmente
para recibir una pensión de Moscú.
Además de intentar deshacerse de población sospechosa,
Letonia construirá a partir de próximo año 600 búnkeres en su frontera con
Rusia. El Parlamento ha votado un nuevo modelo de defensa nacional que incluye
un incremento del tamaño de su Ejército, la adquisición de armamento, el
estacionamiento de una brigada de combate de la OTAN y el aumento del gasto
general hasta alcanzar el 3 % del PIB en 2027. Las fuerzas armadas nacionales
estarán compuestas por una estructura en tiempos de paz de 31.000 soldados y
una reserva general de 30.000». También exige la enseñanza obligatoria de la
«defensa nacional» como materia en escuelas secundarias a partir del año
académico 2024-2025 y prevé que la sociedad civil y el sector privado
participen en un concepto de „defensa total«.