El nuevo rumbo que está tomando la primera ministra es muy significativo, porque indica que busca una recomposición del paisaje político europeo de cara a las próxima elecciones del mes de junio en el seno de la Unión. Giorgia Meloni, presidenta del partido Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), acogió el miércoles en sus filas al eurodiputado Nicolas Bay, del partido extremista francés Reconquête (Reconquista), fundado y liderado por Éric Zemmour y Marion Maréchal, sobrina de Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional (AN). Hace una semana, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunciaba que también entraría en el partido que preside la primera ministra italiana.

El objetivo de Meloni es convertir a sus Conservadores y Reformistas Europeos en la tercera fuerza política de la Eurocámara, después de los populares (PPE) y los socialistas (PSE).

Una visión común

La entrada de Reconquista en Conservadores y Reformistas Europeos se hizo con cierta pompa magna, mediante una rueda de prensa en Estrasburgo con Nicolas Bay, el eurodiputado Nicola Procaccini, de Hermanos de Italia, y Marion Maréchal, quien, además, es la esposa desde 2021 del eurodiputado italiano Vincenzo Sofo, de Hermanos de Italia. «El grupo ECR (Conservadores y Reformistas Europeos) es nuestra familia natural a la que se pertenece -explicó Marion Maréchal-; tenemos una visión común de la defensa de Europa para luchar contra la inmigración clandestina, para defender el respeto de las naciones y de la identidad nacional de Europa».

Precisamente, Maréchal ha manifestado a medios italianos que se propone mediar con su tía, Marine Le Pen, con la que hasta ahora no parecía ir muy de acuerdo: «Una gran coalición de las derechas en Francia, inspirada en la italiana, está en el ADN de Reconquista». Algunos medios italianos, como el periódico 'La Stampa', comentan incluso que Meloni hace la alianza con Reconquista de Zemmour a la espera de Marine Le Pen, líder de Rassemblement National (Agrupación Nacional): «La presencia en la rueda de prensa de Marion Maréchal ha vuelto a despertar la curiosidad sobre el posible ingreso en la 'rassemblement' meloniana de la principal adversaria de Macron» (…). «Si esto sucediera, la líder de Hermanos de Italia estaría en la cumbre del segundo grupo de la Eurocámara».

'La Stampa' concluye señalando que una victoria de Meloni en este terreno haría que su papel fuera determinante en las grandes maniobras que se abrirán después del 9 de junio para la formación de la Comisión Europea y para la confirmación o no de la actual presidenta Ursula von der Leyen.

Agrupación Nacional, liderado por Marine Le Pen, es primer partido francés, con el 29% en intención de voto, porcentaje más o menos similar a Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni

Xenófobo y misógino

La iniciativa de la primera ministra italiana ha desencadenado ira en la oposición y también críticas en Europa. Los medios italianos recuerdan que Éric Zemmour, 'putiniano', xenófobo y misógino, durante la campaña en las últimas elecciones francesas declaró en televisión que «las regiones del norte de Italia deberían pertenecer a Francia y no a Italia». Esas palabras anti italianas, recogidas nuevamente el jueves en un vídeo en todos los medios locales, pueden ser un arma para la oposición de Meloni, suscitando el 'caso Zemmour'. Lo ha hecho ya el Movimiento 5 Estrellas, al señalar que «la transición de Hermanos de Italia a Hermanos de Francia es un momento». Por su parte, el Partido Democrático destaca que Meloni «se ha abrazado con un partido extremista y con un personaje muy discutible, un antisemita».

También desagrada esta alianza de Meloni a su socio en la coalición de Gobierno, Matteo Salvini, líder de la Liga, que corre el riesgo de quedarse aislado en el Parlamento Europeo al ver que Identidad y Democracia, grupo al que pertenece su partido, está siendo vaciado por la primera ministra italiana. La noticia de esta alianza de Giorgia Meloni con Zemmour llega poco días después de que el Partido Popular Europeo advirtiera de que el ingreso de Orbán en el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR), al que ahora se añade Zemmour, «sería un gran obstáculo para un colaboración estable», casi un diálogo imposible.