Al principio, unos cuantos ricos y poderosos eran dueños de la propiedad privada, las empresas y el conocimiento en Venezuela. Eran oligarcas que saqueaban el país y lo desarrollaron muy paulatinamente, al tiempo que mantenían a la población en situación de servidumbre.
Con el descubrimiento del petróleo, los dictadores y oligarcas continuaron saqueando mientras la población salía de la servidumbre para apropiarse de un poco de la propiedad privada, las finanzas, las empresas y el conocimiento en el país. Con el advenimiento de la democracia en 1958, casi una de cada cuatro familias pertenecía a la clase media y Venezuela disfrutaba del mejor crecimiento económico y las menores tasas de inflación en el mundo.
Cuando el gobierno "nacionalizó" la industria petrolera y muchas otras en 1976, comenzó el lento desmoronamiento de la productividad, el crecimiento económico y el desarrollo democrático, y los flagelos de la pobreza, la corrupción y la inseguridad estuvieron de vuelta. En 1999, el país se precipitó hacia la nacionalización y emergió de nuevo en 2006, siendo que disfrutaba de los precios petroleros más altos de la historia.
Oligarca
El gobierno ha sido efectivamente el histórico oligarca que pretende odiar. La conquista es su juego y el saqueo, su recompensa. ¿Quién es el dueño actual de la propiedad privada, las finanzas, las empresas y el conocimiento en Venezuela? La respuesta es obvia, pero el giro de la propaganda, en el que aparentemente cree más de la mitad de la población, es que el gobierno es el pueblo, por lo que todo está perfecto. Esto es exactamente lo que ha manifestado cada dictador y oligarca en el pasado, desde Hitler, pasando por Stalin, Mussolini, Pol Pot, Castro, Khadaffi, Mugabe, hasta ¿ quien quiera que siga en la lista. No hay nada nuevo bajo el sol.
Venezuela ha cerrado el ciclo. El pasado es presente. Unos cuantos piratas ricos y poderosos son dueños y controlan todo a cuenta de los intereses democráticos y sociales de la nación, la que coincidencialmente se está desmoronando a causa de la pobreza y una servidumbre en su versión de socialismo del siglo XXI. ¡La oligarquía ha sido derrotada! ¡Viva la revolución! ¡Rompamos los relojes Rolex!
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Traducción: Conchita Delgado