El Banco Central sorprendió con una inesperada reducción en su tasa de interés. Muy pocos analistas predijeron este súbito movimiento, que se explica por la moderación de la inflación y el débil el crecimiento de la economía chilena, que según el Ministro de Hacienda alcanzaría a un 5,7% para el 2006 y no sería muy diferente el 200, con un 4,3%.

Son muchos los factores que han incidido en este menor crecimiento: alzas de costos de la energía, desorden político, temores a alzas de impuestos, regulaciones laborales excesivas, burocracia medioambiental, entre otros. Todo esto ha afectado la confianza y hace necesario recuperar el espíritu emprendedor.

La rebaja de la tasa de interés de 5,2 a 5,0 % va a colaborar en esa dirección. Esta medida ayuda a la inversión y a subir el tipo de cambio, y mejora las expectativas sobre el futuro. Sin embargo, se necesitan más acciones para despertar los espíritus empresariales. Es por ello que sugiero dos medidas que han sido propuestas por destacadas figuras políticas de la Concertación y la Alianza, que creo significarían una señal muy fuerte para aumentar la inversión, el empleo y la confianza de quienes toman las decisiones económicas.

La primera es aprovechar que está en su último trámite en el Senado, una modificación del artículo 14 bis de la Ley de Impuesto a la Renta que se refiere a la tributación de las microempresas y tiene como objetivo legislar para que todas las micro y pequeñas empresas -aproximadamente 600.000- y que tengan ventas anuales hasta 450 millones de pesos, no paguen el impuesto de primera categoría cuando destinen el 17% de sus excedentes sólo a inversión. Esto significaría una inyección de energía para aliviar el endeudamiento, las dificultades de acceso al crédito, y rebajar el costo de invertir y dar empleo.

Esta medida fue apoyada por la Presidenta de la República durante la pasada campaña presidencial cuando se consensuó un programa para las PYME. Además, ha sido promovida en los últimos meses por el Senador Adolfo Zaldívar, un gran crítico de la actual conducción de la economía. Una indicación con este propósito sería aceptada en forma entusiasta por la Alianza y podría ser ley en pocas horas.

La segunda propuesta es hacer realidad la transformación de todas las empresas estatales que aún no lo son en sociedades anónimas, especialmente CODELCO, ENAP y el Banco del Estado y después colocar en el mercado en un programa de 3 años el 30% de las acciones de estas empresas. Esto ha sido propuesto antes por figuras destacadas de la Concertación como el Senador Carlos Ominami, el ex Ministro Juan Villarzú, el destacado economista Sebastián Edwards y el propio Ministro de Hacienda, Andrés Velasco. Contaría con el apoyo político de la Oposición y permitiría que estas instituciones se manejaran en forma más transparente y eficiente, dándole al Estado más recursos para sus programas sociales.

Si a la buena noticia de la disminución en el costo del crédito le agregamos otras relacionadas con la tributación de las PYME y la eficiencia de las empresas públicas, podemos terminar el 2007 sin la frustración del 2006.