La oposición de izquierda recibió la ayuda de cuatro legisladores disidentes que habían sido electos en la coalición de Topolanek para derrocar al Ejecutivo por la escasa mayoría de 101 votos.

Topolanek logró 96 votos de los 200 de la cámara baja después de fracasar en sus negociaciones de último momento con los diputados disidentes.

El colapso del gabinete amenaza con minar la presidencia de la Unión Europea (UE), que finalizará el 30 de junio, y dificultar los esfuerzos para ratificar el pacto de reforma del bloque, el Tratado de Lisboa.

Además, este hecho podría complicar los esfuerzos de la República Checa para combatir la crisis económica y los tratados de defensa checo-estadounidense, el proyecto clave de Topolanek en materia de política exterior.

El presidente Vaclav Klaus tiene en su poder la llave para el futuro, aunque ha rechazadp revelar cuáles serán los pasos a seguir.

Topolanek había dicho que su partido prefería una elección anticipada en el verano si llegaran a fracasar los intentos de formar un nuevo gobierno. La oposición socialdemócrata está a favor de que las elecciones sean en otoño.