A fines de enero, a los pies de un monumento a los agentes policiales muertos en Ciudad Juárez, apareció un cartel escrito a mano con el nombre de 22 policías. Cinco de ellos ya habían sido acribillados en la calle. ¿Los demás? Serán asesinados "a menos que aprendan".

Era la amenaza de los carteles de la droga, que se han apoderado de esta polvorienta ciudad desértica. En los últimos tres meses, Ciudad Juárez se ha convertido en un baño de sangre. Más de 210 personas han muerto este año, sobre el doble de las registradas en el mismo período de 2007.

La situación se salió del control de la policía local, por lo que el 28 de marzo el Presidente Felipe Calderón envió a 2.026 soldados y 425 agentes federales a Ciudad Juárez con armamento pesado y helicópteros.

En la guerra que Calderón ha emprendido contra los carteles de la droga y el crimen organizado, el gobierno ha desplegado más de 30 mil soldados y miembros de la policía federal en una decena de estados mexicanos para frenar la ola de violencia que el año pasado causó 2.700 muertos y 860 en lo que va de 2008.

Los uniformados han logrado importantes triunfos, requisando montos récords de cocaína y logrando la detención y extradición a EE.UU. de 73 sospechosos de narcotráfico. Pero la otra cara la muestran los 18 mil soldados que desertaron en 2007, algunos de los cuales se unieron a los carteles de la droga. Con ofertas de sueldos en dólares y atractivas prestaciones como seguro de vida, vivienda y automóvil del año, algunos carteles los han convencido.

Una lucha clave

Ciudad Juárez es un frente más de esta guerra, pero es un frente en el que Calderón necesita ganar para mantener el respaldo público a su cruzada contra los carteles.

"Ciudad Juárez es el principal dolor de cabeza para el gobierno. Es un lugar fronterizo desde donde se tiene acceso a muchos millones de consumidores con un poder adquisitivo fuerte. Hace muchos años se asentó ahí el cartel de Juárez, y lo que estamos viendo en este momento es una pelea feroz por dominar esa entrada de drogas a EE.UU.", explica a "El Mercurio" Rossana Fuentes-Berain, profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México.

Pero, irónicamente, en Ciudad Juárez los soldados no sólo están combatiendo a los carteles de la droga, sino también a funcionarios policiales acusados de corruptos, ineptos o mal equipados para mantener la ley y el orden.

El departamento policial de Juárez afirma que está tratando de mejorar su situación, despidiendo a policías corruptos e instaurando políticas que refuercen la probidad, como test antidrogas y beneficios económicos. "Estamos tratando de cambiar la cultura para que los policías no caigan en la corrupción. Pero aunque les pagáramos US$ 3.000 al día, la mafia les pagaría US$ 6 mil", afirma uno de los jefes policiales.

Aunque los habitantes afirman que sí quieren que el Ejército detenga los asesinatos, "la presencia de los militares no necesariamente ha traído confianza y tranquilidad a la población, y la paciencia de la gente tiene límites", asegura Héctor Padilla, experto en seguridad de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

Claro, porque debido a la purga al interior de la policía local, ahora sólo hay 200 policías municipales que patrullan las calles de esta ciudad de 1,6 millón de habitantes, con lo que ha aumentado el número de los delitos menores.

Sin embargo, Fuentes-Berain cree que a Calderón no le quedaba otra salida que utilizar al Ejército en Ciudad Juárez: "El Ejército mexicano necesitaba ser utilizado en una situación de emergencia. Pero creo que el Presidente tiene que ponerle un plazo para que vuelva a sus cuarteles, el que no debiera pasar de 2009, cuando México entre en una etapa electoral".

EN CIFRAS

2.500
personas fueron asesinadas el año pasado en México en hechos relacionados con el crimen organizado.

472
dólares es el sueldo promedio de un soldado raso, luego que Calderón les aumentara el salario en 45%.

15.000
fue la cifra de detenidos por las fuerzas de seguridad en 2007, en hechos relacionados con el crimen organizado.

Letal batalla en Tijuana

Quince sicarios murieron durante un tiroteo que tuvo lugar en la madrugada de ayer en Tijuana, informó la procuraduría del estado de Baja California

La policía dijo que dos grupos de delincuentes protagonizaron una persecución y un enfrentamiento con armas de alto poder en varias calles de esta ciudad del noroeste de México.

El tiroteo duró unos 50 minutos, tras los cuales los cuerpos de los pistoleros quedaron dispersos en el suelo o dentro de sus vehículos a lo largo de tres calles, muchos vestidos con uniformes policiales.