De las 562 tribus reconocidas federalmente, 224 tienen operaciones en el mercado del juego, y las ganancias de estos casinos han aumentado de US$ 200 millones, en 1988, a US$ 22 mil millones actualmente, según datos del Gobierno de EE.UU.

Entre 1990 y 2000, el ingreso per cápita de las comunidades indígenas aumentó en 36% en las reservas que cuentan con casinos, y en 21% en las que no cuentan con ellos.

"Las tribus pueden abrir casinos y establecimientos de apuestas sin el control del Estado, por lo que ahora los casinos más grandes del mundo ya no están en Mónaco o Las Vegas, sino en Ledyard, Connecticut y en las cataratas del Niágara. Muchos nativos aún son muy pobres, pero estos casinos los están haciendo bastante más ricos", afirma a este diario Robert Hayden, profesor de Antropología de la Universidad de Pittsburgh.

La tribu cherokee, que mayoritariamente reside en Oklahoma, cuenta con 270.000 miembros y cada mes reciben 1.000 nuevos ciudadanos, los que tienen derecho a beneficios federales como ayuda médica, escolar y de vivienda. Además, tienen propiedad sobre algunos tramos del río Arkansas.

Otra tribu con grandes ingresos es la seminola, que acaba de cerrar la compra de la famosa cadena Hard Rock Café, la que se caracteriza por incluir en sus establecimientos objetos y enseres de artistas y del mundo de la música. La operación tuvo un valor de US$ 965 millones, y le da derecho a adjudicarse los 124 locales de esta cadena, distribuidos en 46 países.

Los seminolas ya operaban siete casinos y hoteles de Hard Rock, en uno de los cuales murió el pasado 8 de febrero la ex conejita playboy y polémica modelo Anna Nicole Smith.

Esta tribu, cuya población ronda las 12.000 personas, vive mayoritariamente en los estados de Florida y Oklahoma. Su despegue económico se produjo con la apertura de un local de bingo y otro de venta de tabaco libres de impuestos.

Actualmente, poseen varios locales de juego, de venta de tabaco y compañías de turismo, y se trata de la única tribu originaria de Estados Unidos que no ha firmado un tratado de paz con el gobierno de Estados Unidos.

Pero los negocios de los seminolas van más allá de las fronteras estadounidenses. En Nicaragua, por ejemplo, tienen inversiones de US$ 10 millones en ganadería y hotelería.

"Gracias a las ganancias, los seminolas les pagamos los estudios a los miembros jóvenes de la tribu que deseen estudiar en cualquier parte del mundo", señala Mitchell Cypress, dirigente de la tribu.

Las ganancias también las destinan a servicios públicos propios, como cuerpos de policía y bomberos.

Con el fin de recaudar fondos, los hualapai, una tribu más pequeña, acaba de inaugurar un mirador en el Colorado a más de 1.200 metros de altura. Cada turista deberá pagar US$ 25 para caminar sobre él.

Los navajos, con 175.000 individuos, que viven mayoritariamente en Arizona, Nuevo México, Utah y Colorado, cuentan con la más extensa reserva individual de cualquier grupo nativo del país, al abarcar más de 60.704 kilómetros cuadrados.

Se hicieron famosos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando varios miles de ellos se unieron a las Fuerzas Armadas de EE.UU., en las que fueron utilizados como operadores de radio, hablando su lengua nativa, la cual era imposible de comprender por los japoneses. Este capítulo quedó inmortalizado en la película "Windtalkers", protagonizada por Nicolas Cage.

Están involucrados en una amplia variedad de empresas, pero hasta ahora no se han implicado en los casinos, porque piensan que nada bueno puede venir de ellos. Una opinión muy distinta a la de las otras tribus.

Obedecen al gobierno federal

Las tribus son regidas por sus propios gobiernos, los que tienen poder para determinar los requisitos para ser miembros de la tribu, regular la propiedad privada, las relaciones entre sus miembros, administrar recursos naturales, recaudar impuestos, mantener fuerzas de seguridad y castigar los delitos cometidos por sus miembros dentro de sus reservas. Cumplen con sus obligaciones tributarias (en forma individual), se enlistan en el ejército y votan en las elecciones. Los gobiernos estaduales no tienen jurisdicción sobre las tribus y sus territorios. El gobierno federal es el único que puede disminuir o eliminar la soberanía de estos pueblos y tiene la obligación de brindarles protección.

EMPRESAS

2,5 millones de estadounidenses se declaran nativos puros, y 4,3 millones, descendientes parciales. Entre todos poseen 197 mil firmas comerciales.