Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Profundidad  
 
12/10/2008 | ¿El fin del capitalismo?

José María Carrascal

Nunca había habido tantas reuniones, se había movilizado tanto dinero, ni mostrado tan dispuestos los gobiernos a ayudar, con tan pocos resultados. ¿Por qué la Bolsa sigue cayendo pese a las inyecciones que se le anuncian? Pues porque falta lo más importante en este tipo de crisis: confianza.

 

La mejor prueba la tenemos en que los bancos no se fían unos de otros. No se prestan dinero entre sí. ¿Por qué? Pues porque cada uno conoce perfectamente los cambalaches que ha hecho en los últimos tiempos —o al menos, los que pudo hacer— y sospecha que los demás pudieron hacerlos. Ese temor ha congelado el crédito interbancario, que viene a ser algo así como el sistema sanguíneo del capitalismo.

Los gobiernos se han mostrado dispuestos a facilitar dinero para que el crédito vuelva a funcionar. Pero no han dicho ni cómo, ni cuándo, ni a quién se lo van a dar. Y mientras no lo especifiquen, cada uno se agarrará a su dinero, y los 700.000 millones de dólares del plan de rescate norteamericano, los 30.000 millones de euros de España y los 45.000 millones del Reino Unido sirven de muy poco.

Estamos ante una crisis global que requiere soluciones globales. Hemos visto cómo una bancarrota en un pequeño país, Islandia, ha hecho tambalear las finanzas británicas. Y cómo las contramedidas británicas no son capaces de apuntalar su sistema. Se requiere una acción conjunta, que es lo que ha faltado hasta ahora. Las reuniones en Washington y París de este fin de semana deben establecer una estrategia conjunta ante la crisis. Pero hay dos grandes inconvenientes. La primera, que es mucho más difícil repartir las pérdidas, como es el caso actual, que las ganancias, como ocurría en reuniones anteriores. La segunda, que actuar conjuntamente resulta dificilísimo con países tan distintos. Si Europa tiene dificultades en adoptar una estrategia común frente a la crisis, no les digo nada cuando hay que añadir los países americanos y asiáticos, pues los africanos, por desgracia, no cuentan. Ya no bastan buenas intenciones y declaraciones pomposas. Hay que tomar medidas reales, que impidan que lo que se hace en un país no se contradiga lo que se hace en otro.

¿O es que estamos ante el fracaso de la economía de mercado, ante la fundición del sistema capitalista, como dicen con regocijo sus enemigos? De momento, no hay pruebas racionales de ello. Lo que estamos presenciando es el desplome del capitalismo salvaje, el fracaso de sus excesos. El mercado funciona cuando es honesto, y la honestidad es lo que ha faltado durante la pasada década, con malos préstamos, mala gestión y mal control. La alternativa al capitalismo no es el comunismo, como sabemos de sobra. La alternativa al capitalismo salvaje es un capitalismo mejor, vigilado para que no se devore a sí mismo. Creíamos haberlo aprendido en la crisis del 29, pero parece que no fue así. Si lo aprendemos en ésta, no habrá sido del todo en vano.

ABC (España)

 



Otras Notas del Autor
fecha
Título
05/12/2018|
29/11/2017|
19/01/2017|
27/11/2014|
22/05/2011|
22/05/2011|
20/05/2011|
20/05/2011|
16/05/2011|
16/05/2011|
19/04/2011|
19/04/2011|
22/03/2011|
21/03/2011|
28/02/2011|
02/02/2011|
24/01/2011|
02/11/2010|
18/06/2010|
05/05/2010|
15/04/2010|
11/04/2010|
06/04/2010|
08/03/2010|
25/10/2008|
25/10/2008|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House