En las últimas horas, efectivamente, y luego de generalizarse la versión —no desmentida hasta el momento— que atribuye el secuestro del ex candidato presidencial blanquiazul a miembros de Tendencia Democrática Revolucionaria, se consolidó en el ámbito gubernamental la convicción de que el plagio del queretano tuvo un propósito más político que sólo económico y, por otra parte, que TDR es, hoy, la guerrilla mexicana, una fuerza producto de la última escisión del Ejército Popular Revolucionario (EPR), en 1999, que si bien mantiene intocable el viejo discurso de la izquierda revolucionaria, ha sofisticado su manera de operar —apoyada en nuevas tecnologías y el uso de opciones de comunicación en boga— y ha asumido para sí un nuevo rostro…

Poco en realidad es lo que se sabe, y menos lo que se habla al nivel de la población común, de TDR. Al margen lo anterior, sin embargo, es un hecho que, además del secuestro del Jefe Diego, se atribuye a sus integrantes el del empresario Eduardo García Valseca, al que mantuvieron en cautiverio siete meses y medio y, aunque sin la misma certeza, se cree que podrían haber sido los responsables de la desaparición de Nelly Esper Sulaimán que, luego de dos años, fue dejada en libertad, según versiones oficiosas, previo pago de un millonario rescate.

Es poco, entonces, lo que se sabe de la guerrilla mexicana de nuevo rostro… y mucho lo que se presume y especula respecto de ella: que tiene su fuerza y opera preferentemente en el centro del territorio, que en su entorno se mueven activistas extranjeros: etarras, venezolanos bolivarianos, colombianos miembros de las FARC y cubanos, entre otros, así como que, en la forma, sus miembros no se apegan ni con mucho al tradicional cliché del guerrillero.

Al margen la comprobación de las viejas y nuevas hipótesis, lo cierto es que hoy México debe reconocer la existencia de una nueva fuerza armada irregular que, al menos en dos ocasiones, ha exhibido una capacidad de operación y técnicas de desestabilización que hasta ahora no habían evidenciado otros grupos similares y que, sin duda, hacen necesario atender aquello de que “el Estado tiene una investigación pendiente…”

Asteriscos

* Inexplicable que sean los mismos legisladores federales que, en octubre, signaron con el INM y la Conago la Declaración Conjunta para facilitar el Tránsito de los Connacionales en Territorio Nacional durante la Temporada Invierno 2010, quienes ahora dirijan sus obuses contra el Programa Paisano que lo posibilita