En una era de alta tecnología en la que la mayoría de los documentos oficiales tienen candados electrónicos y las huellas biométricas de los ciudadanos, los pasaportes que expide la Cancillería mexicana siguen perteneciendo al siglo pasado, son fáciles de robar y de falsificar. Aun así las condiciones que estableció la Secretaría de Relaciones Exteriores a fin de licitar el contrato para elaborar esos documentos siguen siendo prácticamente las mismas de hace veinte años…
Pese a
las deficiencias en materia de seguridad del pasaporte mexicano (es fácil de
falsificar) y a las recomendaciones internacionales para que México aplique
tecnologías de punta en el documento, la Secretaría de Relaciones Exteriores
(SRE) lanzó una licitación que lo mantendrá como está… o peor, en un
atropellado proceso con varias irregularidades.
La fase
final de la disputa se dio entre dos empresas consideradas consentidas del
sexenio de Felipe Calderón: Indra SA de CV y Vangent México SA de CV. Ésta
última ganó finalmente la licitación el pasado jueves 12.
Aun
cuando el gobierno de Felipe Calderón insiste en el tema de la seguridad y ha
incorporado mecanismos muy sofisticados en otros documentos, para los cuales se
recaban datos biométricos de los ciudadanos, no ha mostrado interés en mejorar
los pasaportes.
A fines
del año pasado la licitación del contrato para la emisión del pasaporte
mexicano en territorio nacional para el periodo 2012-2014 se declaró desierta
con el argumento de que las empresas que manufacturarían el documento no cumplieron
los requisitos técnicos de la convocatoria. El concurso se relanzó en febrero.
En un
comunicado emitido el 23 de diciembre pasado, la SRE informó la decisión y
aseguró que la emisión de pasaportes no se vería afectada.
La nueva
licitación fue por un contrato que incluye un sistema de expedición de
pasaportes con procesos de captura de datos biográficos y biométricos,
personalización, control de calidad, digitalización y administración de la
expedición, expuso la dependencia.
Además
el proveedor debe proporcionar a las delegaciones estatales de la SRE los
equipos de cómputo, establecer un sistema de captura de datos y aportar el
personal especializado en tecnologías de la información para operar el sistema.
El
contrato anterior fue asignado a la empresa Indra Sistemas de México, filial
mexicana de la española Indra. Dicha empresa es señalada por otros competidores
como la tradicionalmente favorecida por la Cancillería.
En su
portal electrónico Indra se define como “una compañía global de tecnología, innovación
y talento, líder en soluciones y servicios de alto valor añadido que opera en
más de 118 países y cuenta con más de 36.000 profesionales a nivel mundial”.
En el
caso de México, Indra ha obtenido diferentes contratos con el gobierno de
Calderón, entre ellos el de los pasaportes, por un monto de 344 millones de
pesos y que se venció en 2011.
Finalmente
la licitación fue ganada por Vangent, otra favorecida del sexenio y que también
es responsable de la elaboración de las credenciales del Instituto Mexicano del
Seguro Social.
Licitación
irregular
Con
una licitación pública mixta internacional, identificada con el número
00005003-001-12, la SRE emitió la nueva convocatoria para concursar por la
elaboración y los servicios incluidos en la emisión del pasaporte.
Cinco
grupos se registraron y presentaron sus propuestas. Según el Acta de
Presentación y Apertura de Proposiciones relativas a la mencionada licitación,
el pasado 22 de marzo acudieron a las instalaciones de la dependencia los
representantes de las empresas.
Por el
tipo de proposiciones, los licitantes se agruparon para tener una participación
conjunta en el proceso, en el que destaca que todas incluyen trasnacionales
que, como ya ocurre, manejarán información de los ciudadanos mexicanos.
Además
de llevar muestras y otros requerimientos técnicos de la licitación, también
ofertaron sus servicios en millones de dólares. Las empresas se registraron en
el siguiente orden.
Indra
Sistemas de México, en participación conjunta con Indra Sistemas, 3M México,
Filedata, Alestra, Microformas y GD it Solutions. Ofrece sus servicios por un
monto mínimo de 26.77 millones y un máximo de 63.94 millones de dólares.
Axtel,
en asociación con Avantel, Avantel Infraestructura, TKNE Soluciones, Smartmatic
México, Técnica Comercial Vilsa, OVD Kinegram, Toshiba de México y Druk
Internacional, con un monto mínimo de 34.05 millones y un máximo de 75.86
millones.
Otra
propuesta fue presentada por Integradores de Tecnología, asociado con
Interconecta, Global Enterprise Technologies Corp, Lógica Aplicaciones Soporte
y Servicio, Metro Net y Human Desk. El monto mínimo planteado fue por 53.69
millones y el máximo, 122.54 millones.
Además
SixSigma junto con Servicios y Procesos del Noreste, Soporte Remoto de México,
De la Rue México, De la Rue Internacional y Tour Face de México. Su monto
mínimo era de 22.28 millones y un máximo de 42.97 millones.
La
quinta propuesta fue de Vangent en participación con Mainbit, TED Tecnología
Editorial y Oberthur Technologies. El monto mínimo propuesto por estas empresas
asciende a 18.69 millones y el máximo a 36.16 millones.
El acto
de presentación de propuestas se vio empañado desde el principio por los
representantes de Indra, solapados por los empleados de la Cancillería. Al
momento de iniciar los trámites los licitantes debían presentar una serie de
carpetas con la información técnica y las muestras de los pasaportes. Ya casi
para concluir el procedimiento –donde estuvieron como testigos sociales Uriel
Fragoso y Laura Jácome, de la organización Trasparencia Mexicana– se les
preguntó a los participantes si deseaban hacer alguna aclaración u objeción.
Luis
Gerardo González Márquez, representante de Indra, se apresuró: “Se solicita se
asiente en el acta que las muestras se encontraban en la caja en la que se
devolvieron las libretas y que las láminas de muestra fueron entregadas en
tiempo y forma, las cuales pertenecen a la propuesta”.
Los
representantes de los grupos encabezados por Integradores de Tecnología y por
Axtel pidieron que se asentara en el acta una irregularidad: los empleados de
Indra presentaron un paquete en el que faltaban las muestras y las láminas de
seguridad, por lo que retiraron la caja de la sala y la reingresaron completa
después.
“(Es)
una grave anomalía el hecho de retirar del acto de apertura de proposiciones,
una vez iniciado, parte de la propuesta y el reingreso de la misma”, expresó
Víctor Hugo Ceja Estrada, representante legal de Axtel.
Hubo
otra anomalía: en las licitaciones debe estar presente el titular o algún
representante del Órgano Interno de Control, dependiente de la Secretaría de la
Función Pública (SFP) y aunque se tenía previsto que asistiera Jorge Vargas
Mendoza en representación de esa instancia, Proceso confirmó que no lo hizo.
Malos
antecedentes
Algunas
de las empresas mencionadas han tenido problemas graves en sus contratos con el
gobierno.
Mainbit
y TED Tecnología Editorial, las empresas asociadas con Vangent en esta
licitación, fueron las contratistas del fallido programa Enciclomedia. Vangent es
la denominación reciente de la empresa Soluciones Pearson, también inhabilitada
por la SFP según el expediente SPC-065-2006 cuyo extracto se publicó el 2 de
enero de 2007 en el Diario Oficial de la Federación. Revirtió la sanción con un
amparo.
Proceso intentó
identificar el motivo de la inhabilitación pero el portal Compranet no la tiene
registrada en los padrones de proveedores ni en el de proveedores sancionados.
Vangent
ya tiene otro jugoso contrato gubernamental, uno cercano a los mil millones de
pesos para emitir de ocho a 20 millones de credenciales nuevas y entre 500 mil
y 1 millón 200 mil reexpediciones de credenciales del IMSS. Por lo tanto, dicha
empresa de origen estadunidense tendrá ahora la base de datos del IMSS y además
la de los pasaportes.
En
general, la mayoría de las participantes han tenido problemas con sus contratos
con el gobierno mexicano. Otra empresa problemática es la asociada con Indra,
Microformas. De acuerdo con el expediente OIC-AR-PAS-0001/2003 dicha empresa
fue inhabilitada para celebrar contratos con el gobierno federal durante un
periodo de seis meses en 2003. Microformas también tuvo el contrato de los
pasaportes en el sexenio de Vicente Fox.
A
propósito de los pasaportes, en el sexenio de Ernesto Zedillo la SRE otorgó el
contrato a la filial en México de la británica De la Rue. De esa época datan
los problemas de seguridad con el pasaporte mexicano, pues entre otras cosas
produjo alrededor de 100 mil documentos defectuosos.
Con el
oficio DGD-10391, fechado en noviembre de 2000, la Cancillería conminó a De la
Rue a emitir nuevos pasaportes en sustitución de los defectuosos, así como la
reconvino por un déficit de otros 54 mil. El documento estableció: “Resulta
lamentable que continúen detectándose defectos de impresión de las guardas, lo
que denota una superficialidad en los controles de calidad”.
Seguridad
comprometida
En el
caso de los pasaportes producidos hasta ahora por Indra, se han abierto
peligrosas brechas de seguridad debido a la facilidad con que se pueden falsificar,
un asunto que la Cancillería niega.
Pero la
falsificación de pasaportes mexicanos es un hecho público. En diciembre pasado
se dio a conocer una operación (llamada Huésped) mediante la cual una red
delictiva internacional intentó introducir al país, con falsa identidad
mexicana, a Saadi Gadafi, hijo del líder libio Muamar Gadafi.
El
pasado 5 de febrero, en su columna del diario Ovaciones Fernando Fuentes Muñiz
explicó que a la mencionada red delictiva a la que se refirió el secretario de
Gobernación Alejandro Poiré, se le habían decomisado 4 mil 500 pasaportes
mexicanos, unos falsos y otros robados.
Y es que
el robo de pasaportes, inclusive de instalaciones de la SRE se ha hecho
evidente varias veces. La revista Zeta dio a conocer a mediados de enero pasado
que un lote pequeño, 44 pasaportes, estaba extraviado. Aunque en un principio
la dependencia lo negó, Zeta confirmó en su edición 1973, del 23 de enero, que
sí estaban perdidos y que se habían recuperado 24.
No es
todo. Una de las empresas licitantes envió a la canciller Patricia Espinosa una
carta para advertirle de los riesgos de seguridad con la licitación número
00005003-001-12. El documento publicado por el diario Reforma el pasado 7 de
febrero, asegura que por las características de la licitación están en riesgo
la contratación del servicio y la seguridad del documento.
En
términos técnicos, la convocatoria establece que se pueden ofrecer láminas con
desmetalización o con tinta metálica.
Reforma
citó, del documento empresarial: “La desmetalización es una característica de
seguridad de las láminas holográficas y la tinta metálica es una simple
impresión sobre la lámina”.
Más
claramente Vangent se refiere a que al abrirse a cualquiera de estas dos
propuestas, la SRE está previendo que puede admitir una impresión del pasaporte
con un sistema especial o, simplemente, utilizar una impresora láser que se
puede adquirir en cualquier tienda.
Otro de
los aspectos referidos por el competidor –y ahora ganador del contrato– es que
la licitación establecía una experiencia que sólo Indra cumplía.
En
cuanto a la seguridad de los pasaportes, hay lineamientos internacionales que
México no aplica. La Organización Internacional de Aeronáutica Civil (ICAO, por
sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas ha hecho una serie de
recomendaciones que incluyen el uso de pasaporte electrónico, el “pasaporte-e”.
En su
documento 9303 la ICAO especificó los aspectos técnicos del pasaporte-e, que
contiene un chip para almacenar información biográfica y biométrica del
ciudadano al que se le otorga.
En
países como Estados Unidos el pasaporte-e existe desde 2006 y tenerlo es una de
las condiciones para los países que participan en el programa de exención de
visa. Canadá, Brasil, Chile y Argentina ya usan el pasaporte-e.
También
España, donde tiene su asiento la empresa Indra, tiene el pasaporte-e, pero a
diferencia de lo que ocurre en México, donde se entrega la contratación a
empresas privadas, el documento es expedido allá conjuntamente por la Casa de
la Moneda y la Policía Nacional.
Pese a
todo esto la Cancillería siguió adelante con la licitación y convocó a los
participantes a escuchar el fallo el pasado 29 de marzo. Ese día, con los
representantes de las empresas reunidos, se informó que el resultado de la
licitación no estaba listo y se pospuso la decisión.
Los
concursantes acudieron a la SRE el jueves 12, donde discutieron las propuestas
durante seis horas. Vangent fue la empresa la que resultó favorecida con el
fallo que le concedió el contrato por un mínimo de 21 millones de dólares para
elaborar los pasaportes mexicanos los próximos 33 meses.